El Ministerio de Justicia ha presentado este jueves el nuevo kit de recogida de muestras en casos de agresión sexual que permite reducir el riesgo de contaminación de las pruebas y con el que se podrá dar respuesta a agresiones que hasta ahora no se podían resolver.
El director del departamento de Barcelona del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, Manuel Crespillo, ha sido el encargado de ofrecer los detalles de este nuevo kit de última generación, del que se han distribuido ya 1.450 unidades (568 en Madrid, 511 en Barcelona, 284 en Sevilla y 87 en Tenerife).
Este kit, compuesto por un conjunto de utensilios y productos que buscan mejorar la calidad del análisis de las muestras por parte del laboratorio, reduce el riesgo de contaminación y garantiza la cadena de custodia. Además, usa hisopos que permiten una recuperación celular del 90 % frente al 10 % de los usados hasta ahora y cuenta con un sistema de secado más rápido que los convencionales, algo importante puesto que de esta manera no se genera proliferación bacteriana, que puede hacer fracasar el análisis.
"Este kit de última generación va a permitir dar respuesta a una gran cantidad de agresiones que hasta ahora no se podían resolver", ha asegurado Crespillo, que ha detallado el contenido del kit, con bolsas de recogida de muestras de uñas, pelo, ropa, etc.
También hay cambios en el protocolo de actuación para atender a las víctimas
En el mismo acto, el Ministerio de Justicia ha presentado también el nuevo protocolo de actuación médico forense para la atención a víctimas de violencia sexual. "Tenemos que pensar en la víctima no sólo como una prueba, que es como se venía actuando hasta ahora, sino como una persona con unas necesidades concretas que debemos atender", ha defendido el director del Instituto de Medicina Legal de La Rioja y vocal del Consejo Médico Forense, Jorge González, en la presentación de este nuevo protocolo.
La guía, que establece pautas de actuación pericial para ayudar a los médicos forenses en la atención a las víctimas y que incluye los últimos avances tecnológicos, incorpora un código ético para la atención a las víctimas de este tipo de delito, que en el último año experimentó un crecimiento del 27 %.
González ha detallado alguna de las propuestas del protocolo que pasan por transformar el entorno sanitario en el que se atiende a la víctima en un lugar "mucho más agradable" y generar con ella un clima de confianza que le permita sentirse más cómoda y colaborar de manera más efectiva.
Una evaluación menos invasiva
En este sentido, propone que la evaluación ginecológica y la que realice el médico forense se realice en un solo acto para evitar el número de exploraciones que se le realizan, así como procurar que durante la revisión no se encuentre nunca completamente desnuda, sino que se realice por partes, cubriendo las zonas del cuerpo que no estén siendo exploradas.
"Debemos tomarnos tiempo para dedicar a la víctima, prepararla para el reconocimiento, que se encuentre lo menos incómoda posible y conocer sus necesidades teniendo en cuenta su afectación emocional y pudor hacia el reconocimiento de partes íntimas de su anatomía", ha incidido este experto.
Usar un lenguaje claro y comprensible en todo momento y que las víctimas sean conscientes de que son las "dueñas del proceso de la exploración" es otra de las recomendaciones de la guía, que también ofrece indicaciones a los médicos forenses sobre como actuar en el juicio oral.
Insiste en la necesidad de una actuación precoz en el caso de sospecha de agresión y recuerda que la víctima no tiene por qué denunciar el delito de manera inmediata, por lo que recomienda poner el caso en conocimiento de la autoridad judicial para no demorar la toma de muestras.