Ha pasado ya un mes de la desaparición de Ana María Knezevich en Madrid y todavía no hay ningún rastro de ella. Esta mujer, americana de origen colombiano y de 40 años, llegó a la capital española el pasado mes de diciembre buscando empezar una nueva vida después de separarse. No obstante, el 2 de febrero, horas después de ir a ver un piso para alquilar, desapareció. De la noche a la mañana nadie supo nada de ella. Planes y viajes que tenía previstos se anularon y la única pista que dejó fueron dos mensajes enigmáticos de WhatsApp a unas amigas diciendo que había conocido a un hombre y que se marchaba con él a un pueblo sin cobertura de teléfono, pero todo el mundo sospecha que no los escribió ella.

Una desaparición inquietante

Días después, una amiga íntima que tenía en Madrid, al ver que alguna cosa no cuadraba y que no estaba en su casa, denunció la desaparición. La Policía Nacional abrió una investigación, en la cual también participa de manera muy activa el FBI, ya que el hermano de Ana María, que vive en Miami, también denunció la desaparición en los Estados Unidos. En los últimos días, los investigadores americanos se han desplazado a España para trabajar sobre el caso, que todo parece indicar que podría tratarse de una desaparición forzosa. Tampoco se descarta que detrás pueda haber un crimen. El juzgado de Madrid que se ha hecho cargo de la investigación, ha decretado el secreto de sumario.

Mientras la investigación policial sigue su curso, familiares, amigos y la asociación SOS Desaparecidos, han hecho todo el posible para localizarla. Se han colgado carteles con su cara en varios países de Europa y se ha hecho difusión en las redes sociales y en los medios de comunicación, pero no se ha recibido ninguna llamada ni ningún mensaje de nadie que la haya visto ni que sepa donde puede estar. No hay ningún rastro de ella en el último mes, la preocupación es máxima y las esperanzas de encontrarla sana y salva son cada vez más bajas.

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Nadie sabe nada de Ana María desde el pasado 2 de febrero / SOS Desaparecidos

El marido, en el punto de mira

Los familiares de Ana María sospechan que detrás de su desaparición podría estar su marido, de quien se había separado y con quien todavía estaba en medio del proceso de divorcio. Después de trece años de matrimonio, llevaban seis meses inmersos en gestiones pesadas para poner fin a la relación de una vez por todas. El gran inconveniente era económico. En Miami tenían una empresa tecnológica, pero mientras ella quería dividirla equitativamente con un 50% para cada uno, él reclamaba tener un 75%.

Además, la actitud del marido, David Knezevich, desde que desapareció Ana María también está extrañando mucho a sus familiares. El hombre se encuentra en Serbia, su país natal, donde ya ha empezado a vender gran parte del patrimonio que compartían. "No colabora ni en el plan informativo ni en el económico ni en el plan moral. La comunicación es cero y las veces que la ha habido ha estado en un tono amenazante", apuntan desde SOS Desaparecidos, que también se preguntan por qué no ha ido a Madrid y se ha interesado por la investigación. El abogado del marido, sin embargo, asegura que el hombre está colaborando con todo lo que le piden y que no se ha desplazado a España porque no sabe el idioma y no conoce a nadie.