Una persecución a toda velocidad por la carretera C-58, en el término municipal de Sabadell, acabó el sábado con un joven de 27 años detenido y un hombre de 48 identificado, relacionados con hurtos de tipo "peruano", según ha podido saber ElCaso.com. Los dos son de origen sudamericano y el más joven tenía cuatro antecedentes policiales y una orden de detención en vigor. Los sospechosos intentaron huir a pie después de abandonar el coche en la rotonda que hay junto al Centre Comercial Via Sabadell, cuando se vieron rodeados por varias patrullas. La carrera se alargó hasta el río, donde los agentes de los Mossos d'Esquadra los interceptaron.
Tanto el chico detenido como su compañero serían ladrones habituales que acechan en las carreteras catalanas, engañan a los conductores diciendo que se les ha pinchado una rueda o tienen una luz fundida y se ofrecen a ayudarlos. Habitualmente se desplazan en tándems o en grupos de tres y, mientras uno distrae a las víctimas, el otro les vacía el coche. Normalmente, van tras vehículos de otra gama, asegurándose de que los ocupantes tendrán objetos de alto valor económico como bolsos y gafas de sol de marca y dinero en efectivos.
Persecución de varios kilómetros en coche y después a la carrera
Cuando faltaban unos veinte minutos para las once de la mañana del sábado, una patrulla de la Policía Local de Sant Quirze del Vallès se fijó en un coche con dos personas en el interior que se tapaban con gorras y circulaban a una velocidad por encima de la permitida en aquel tramo de carretera. Sospechando que podría tratarse de ladrones "peruanos" los siguieron al mismo tiempo que alertaban a los Mossos d'Esquadra. Cuando el conductor se dio cuenta de que tenían varias patrullas detrás, aceleró, iniciándose una persecución que se alargó durante unos kilómetros hasta que llegaron a la altura de la rotonda que hay justo después del aeródromo de la cocapital del Vallès Occidental.
En aquel momento ya se habían dado cuenta de que los habían rodeado y que por carretera sería muy difícil escapar y decidieron huir corriendo. De esta manera llegaron hasta el río donde, finalmente, los agentes de la policía catalana los interceptaron. Durante la identificación vieron que el joven de 27 años tenía una orden de detención que ejecutaron allí mismo. Con respecto a la otra persona, no la detuvieron al no constarle ningún antecedente ni órdenes judiciales.