La Policía Local de Castell d’Aro, Platja d’Aro i S’Agaró ha detenido a dos ladronas que acababan de robar más de 1.000 euros en ropa de dos tiendas de la localidad situadas en la avenida de S'Agaró. Los hechos tuvieron lugar el pasado 16 de octubre, sobre las seis de la tarde, y las dos mujeres pensaban que los asaltos habían salido a la perfección. Se habían disfrazado con pelucas y habían usado bolsas forradas para evitar que los sistemas de alarma se activaran, cosa que había hecho que ningún trabajador de los establecimientos sospechara de ellas.

Cuando ya estaban en el coche, sin embargo, una patrulla de paisano del Grupo de Delincuencia Urbana de esta Policía Local, las pilló de lleno. Los agentes, que realizaban tareas de vigilancia preventiva en la zona comercial, se habían fijado en ellas al verlas caminando con una bolsa grande hacia el parking de la plaza de Europa y vieron cómo volcaban una gran cantidad de ropa que tenían dentro de ella en el maletero de un coche de color gris, sin ninguna bolsa de compra ni tickets visibles. Los policías empezaron a sospechar que habrían robado en algún comercio de la zona y alertaron a las patrullas uniformadas.

Confesaron haber robado más de 1.000 euros en ropa

Poco después, el vehículo de las sospechosas se marchó del parking, pero fue detenido en la avenida de Castell d'Aro, a pocos metros de distancia. Los policías identificaron a las dos ocupantes, que admitieron de forma espontánea que acababan de robar en dos tiendas del municipio. Cuando se revisó el maletero del vehículo, se encontraron una gran cantidad de prendas de ropa nuevas, todas con las etiquetas de precio originales, por un valor superior a los 1.000 euros. Se pudo contactar con los responsables de los establecimientos, que confirmaron que la ropa había sido robada allí y presentaron las correspondientes denuncias en la comisaría de la Policía Local. En cuanto al material sustraído, fue devuelto.

Las dos mujeres, de quienes no se ha facilitado edad ni nacionalidad, quedaron detenidas por los dos robos y fueron trasladadas a las dependencias policiales. Los agentes pudieron averiguar que, para pasar desapercibidas y no levantar sospechas en las tiendas, se habían disfrazado con una peluca y habían usado bolsas forradas para evitar que las alarmas se activaran al salir por la puerta. Un método profesional que detonaba que no era la primera vez que lo hacían. De hecho, ambas mujeres acumulan varios antecedentes por delitos de hurto en otros municipios catalanes.