La carretera N-420 se convirtió el pasado 18 de agosto en escenario de una peligrosa acción a su paso por las comarcas de Teruel. Efectivos de la Guardia Civil observaron cómo una grúa que llevaba un coche cargado encima iba circulando entre las localidades de Teruel y Utrillas cometiendo varias infracciones viarias de forma reiterada. Concretamente, iba haciendo eses por el medio de la calzada, invadiendo el carril contrario y el arcén, poniendo en peligro el resto de vehículos que iban circulando por esta vía y que lo tenían que ir esquivando para no tener un grave accidente.
Muchos de los conductores afectados alertaron de los hechos a los servicios de emergencias y efectivos de la Guardia Civil, que pudieron grabar en vídeo la escena, pararon al conductor de la grúa. Los agentes vieron rápidamente que el hombre presentaba signos evidentes de estar bajo los efectos del alcohol, así que le practicaron la correspondiente prueba de alcoholemia. El resultado del test dio 0,80 mg/l de aire expirado, cosa que supone que quintuplicaba la tasa máxima permitida. Por este motivo, el conductor quedó detenido como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.
Era el segundo día seguido que lo pillaban así
Se da la circunstancia, sin embargo, que no era la primera vez que pillaban a este conductor de grúa conduciendo muy borracho. De hecho, ya lo habían pillado el día anterior y en este caso había dado 1,08 mg/l en aire expirado, una tasa todavía superior a la que daría el día siguiente. Las diligencias han sido entregadas a los juzgados de Calamocha y el conductor se podría enfrentar a entre tres y seis meses de prisión, a una multa de seis a doce meses y a trabajos en beneficio de la comunidad entre 31 y 90 días. Además, se le podría retirar el carnet de conducir entre uno y cuatro años.