La decisión de someterse a varias operaciones estéticas para parecerse a modelos de Instagram le ha salido muy cara a una pareja de Manchester, en el Reino Unido. Y es que el matrimonio formado por Zara e Igel Edgar vendió incluso su casa para poder pagarse los casi 20.000 dólares (unos 18.000 euros) que costaban las cirugías hechas en Turquía. Los dos han expresado haberse arrepentido, ya que los resultados no han estado a la altura de sus expectativas, y hasta aseguran que los médicos les han destrozado el cuerpo.
Operaciones millonarias con resultados nefastos
Zara e Igel querían conseguir unos cuerpos perfectos, con el objetivo de capitalizar su imagen en Instagram. Por eso decidieron irse hasta Turquía, donde las operaciones estéticas son relativamente más baratas que en el Reino Unido. De esta manera, después de una breve investigación para encontrar la que para ellos era en aquel momento la mejor opción, se decantaron por un paquete de retoques estéticos ofrecido por una clínica del mencionado país del Oriente Medio.
La oferta de la clínica incluía una estancia de 12 días y 11 noches en un hotel valorado en más de 1.200 dólares (1.000 euros), aparte de las operaciones que deseaban. Zara se retocó el abdomen, los glúteos y los pechos, mientras que su marido decidió implantarse carillas estéticas en los dientes. Ninguno de los dos ha salido satisfecho de estas intervenciones; de hecho, en declaraciones recogidas por el diario Daily Mail, el matrimonio ha asegurado que les han destrozado el cuerpo. "Siento como si tuviera metal en la tripa", ha expresado Zara, mientras que Igel tiene la dentadura "inestable".
Tienen la opción de volver a Turquía
Después de un par de meses, durante los cuales no notaron ninguna mejora física, la pareja se puso en contacto con la clínica turca, desde donde les han ofrecido la posibilidad de volver para remediar las secuelas de las operaciones, opción que el matrimonio ha descartado por completo. No cuentan con los recursos económicos suficientes, y tampoco disponen de una vivienda, ya que para poder hacer frente al elevado precio de las intervenciones, los Edgar decidieron vender su casa.