Una pareja de Barcelona que se dedica a la reventa de joyas de oro cayó en la trampa de un menor de edad y de su grupo de amigos, quienes idearon un plan para hacerse con dos cadenas valoradas en 14.000 euros sin pagar ni un duro. El chico se puso en contacto con ellos a través de una aplicación de compraventa estilo Wallapop, diciendo que estaba interesado en adquirir las cadenas. Después de intercambiar algunos mensajes, decidieron quedar en el distrito de Sant Martí de Barcelona el pasado 21 de junio, en la calle, donde, en el momento de hacer el intercambio, aparecieron dos jóvenes y los atracaron de manera muy violenta.

Los atacantes los rociaron con gas pimienta y se llevaron tanto las cadenas como un reloj y una pulsera, y se esfumaron. Cuando la pareja se recuperó de la agresión, el menor todavía estaba allí y les dijo que a él también lo habían atacado y le habían sustraído la cartera con todo el dinero que llevaba para hacer la compra de las cadenas. Los tres se dirigieron a un bar cercano donde pidieron ayuda, llamando a los Mossos d'Esquadra.


La quedada para hacer la compra era una trampa

Los agentes hablaron tanto con las víctimas como con un testigo que había visto todo el incidente desde la terraza del bar, quien aseguró a los investigadores que los ladrones habían ignorado al menor, a pesar de sus protestas diciendo que también había sido agredido. No obstante, no tenía ninguna lesión, ni por golpes ni por haber sido rociado con el gas pimienta, por lo que los investigadores concluyeron que debía de estar confabulado con los agresores.

Además, este testigo explicó que había visto cómo los dos jóvenes entraban dentro de un portal de las inmediaciones, escondiéndose en un piso que resultó ser la vivienda habitual del menor de edad. Gracias a las cámaras de seguridad de la finca, las dos víctimas reconocieron a los jóvenes que los habían atacado y robado. Parecía que todo había sido una trampa preparada por este grupo de amigos para poder robar las cadenas de oro.

El hermano del menor y una amiga, implicados en los hechos

A medida que avanzaba la investigación, los agentes descubrieron que el hermano del chico que había quedado con la pareja estaba en casa cuando entraron los supuestos ladrones y los había intentado esconder activamente. Lo mismo se puede decir de una chica de 24 años, amiga de todos ellos, a quien el menor llamó preguntándole si podía acoger a los dos sospechosos en su casa antes de que les encontrara a la policía.

Finalmente, agentes de la Unidad de Investigación (UI) y del Grupo de Delincuencia Urbana de los Mossos hicieron una entrada y registro de este piso y localizaron a los dos ladrones que quedaron detenidos junto con el hermano del adolescente. Los jóvenes, de 21, 22 y 23 años —cuyas nacionalidades no se han comunicado— fueron arrestados el 7 de agosto, acusados de un delito de robo con violencia y lesiones leves. El menor y la chica fueron denunciados y están bajo investigación por su supuesta implicación en estos hechos. Las pesquisas policiales continúan en marcha y no se descartan más detenciones.