Un tercer prostíbulo de Barcelona se ha sumado a los ya tristemente famosos París Nuit, en la calle de París número 188, y Loreto Private Experience, en la calle de Loreto, conocidos, entre otras cosas, por drogar a los hombres que entran a pasar la noche con las chicas de compañía que los dos locales ponen a su disposición. Estas chicas tenían indicaciones por parte de los responsables de ofrecer grandes cantidades de alcohol a clientes que detectan que tienen un poder adquisitivo más elevado de la media, hasta que no podían mantenerse de pie. También les ofrecían droga o la colaban directamente en las bebidas sin que se dieran cuenta de ello y cuando estaban tan intoxicados que no sabían ni lo que hacían, les cogían las tarjetas -después de haberse fijado muy bien en el número PIN cuando las víctimas hacían un pago en la barra- y sacaban dinero del cajero o bien se hacían transferencias bancarias. Con este método, desplumaron, como mínimo, a nueve personas hace poco más de un año; ahora, hay cuatro perjudicados más, que han perdido más de 8.000 euros en este local del Eixample.


Detenidas dos prostitutas en el Eixample por estafar a los clientes después de drogarlos

Después del "caso París", que a finales del 2023 acabó con la detención de cinco personas, los agentes de la Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra de la comisaría del Eixample detuvieron el pasado día 14 a dos mujeres, de 27 y 41 años, acusadas de cuatro delitos de estafa y robo con violencia e intimidación. La madrugada del viernes, los investigadores, apoyados por agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana, hicieron una entrada y registro en el prostíbulo donde trabajaban ambas. Dentro del local encontraron varias sustancias que, según todos los indicios, utilizaban para estafar a los clientes mediante la sumisión química. En este sentido, seis personas más fueron denunciadas por tenencia de estupefacientes.

De la misma manera que en los locales de las calles París y Loreto, las mujeres de este tercer burdel hacían que los hombres consumieran bebidas alcohólicas sazonadas con las drogas que encontraron los policías. Una vez bajo los efectos de los estupefacientes, cogían las tarjetas de las víctimas y hacían transferencias o compras fraudulentas que ascienden a los 8.000 euros. Ambas pasaron disposición judicial este sábado.