Fin de semana con noches movidas por los Bombers de la Generalitat en las ciudades de Sabadell y Manresa. Varias cremas de contenedores han llenado de fuego las calles tanto de la cocapital del Vallès Occidental como de la capital del Bages, obligando a los equipos de extinción a actuar sin descanso. Se trata de los últimos episodios de un problema recurrente en Catalunya, que desde inicios de 2024 ya ha dejado 1.360 contenedores incendiados a las localidades del área metropolitana de Barcelona, cosa que supone unos cinco diarios, y unos 726 en la capital catalana, casi tres al día.
Noche de llamas en Manresa y Sabadell
La madrugada de viernes a sábado Sabadell fue el escenario de estos actos vandálicos. En cinco horas, los Bombers tuvieron que actuar para apagar incendios en hasta cinco islas de contenedores diferentes. El primero de los incendios se produjo hacia las nueve y cuarto de la noche en la plaza de las Termas, seguido de otro poco más de una hora más tarde en la plaza del Sol. El tercero, pasadas las doce de la noche, tuvo lugar en la calle de Turull, mientras que entre las dos y las dos y media se produjeron dos cremas de contenedores más en la calle de Blasco de Garay y en la calle de Brutau. Se da la circunstancia que tres días antes ya se había producido una madrugada similar, con hasta cuatro cremas de contenedores en pocas horas.
Esta madrugada del domingo, el turno ha sido para Manresa. Todo ha empezado cuando pocos minutos de la una y media de la madrugada, los Bombers han recibido el aviso que había mucho humo en la calle de Sant Joan de Déu. Cuando han llegado, han comprobado que había un contenedor en llamas y que el fuego también había afectado al capó de un coche aparcado cerca, un árbol y la valla perimetral de una casa. Ya hacia las tres y cuarto de la mañana, se ha recibido un nuevo aviso, esta vez en la calle de Oms y de Prat, muy cerca de la primera, donde eran tres los contenedores que quemaban. En este caso, el humo y las altas temperaturas provocadas por el incendio han provocado daños en las fachadas de hasta cinco bloques de pisos, en cuatro vehículos e, incluso, en la instalación eléctrica, lo que ha afectado en la suministración de electricidad a los vecinos.