El gran número de estafas que se están llevando a cabo hace que cada vez que reciben un mensaje por SMS o WhatsApp, una llamada de teléfono o un correo electrónico nos entren las dudas y no sepamos si es real o es un nuevo intento de engañarnos para robarnos los datos personales y bancarios. Eso ha hecho que las personas hayan tomado muchas precauciones a la hora de utilizar sus dispositivos electrónicos, pero desde los cuerpos policiales recomiendan hacerlo también fuera de las pantallas. Y es que en un acto tan cotidiano como puede ser tirar la basura también nos pueden acabar robando los datos sin que nos demos cuenta.
Revolver la basura para conseguir los datos de las víctimas
La práctica del trashing, una modalidad de estafa que empieza tan pronto como tiramos la bolsa de la basura al contenedor, ha empezado a ser cada vez más habitual. Los delincuentes se dedican a revolver contenedores de basura y centros de reciclaje en busca de correspondencia o documentos en los cuales figuren datos personales como direcciones, números de teléfono o, incluso, números de cuenta. Con esta información, los estafadores tienen todo lo que necesitan para empezar a hacer de las suyas sin que la víctima ni se entere.
Por eso, hay que tomar todas las precauciones posibles a la hora de tirar a la basura cartas, facturas y documentos. También en el caso de los envoltorios de los paquetes comprados a través de internet, ya que las etiquetas de envío incluyen los datos personales de los clientes. Lo más recomendable es destruir o desmenuzar el trozo de papel donde figuran los datos, aunque de manera más sencilla también se pueden tachar con un bolígrafo para que sean ilegibles.