La fiesta en un narcopiso del centro de Barcelona este jueves por la noche acabó de la peor de las maneras. El propietario de la vivienda, un hombre de unos 60 años, murió por sobredosis, mientras que otro individuo, de 41 años, acabó intoxicado por el consumo de drogas y tuvo que ser evacuado hacia un centro hospitalario. Los hechos tuvieron lugar en un bloque de pisos de la calle Comte d'Urgell, en el Eixample, y fue una de las personas que había en el domicilio quien alertó a los servicios de emergencias alertando de que había una persona inconsciente y que no reaccionaba.

Efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) se desplazaron hasta el inmueble y certificaron la muerte del hombre, por quien ya no se pudo hacer nada para salvarle la vida. Los sanitarios avisaron los Mossos d'Esquadra, que enviaron a varios agentes. El cuerpo no presentaba signos de criminalidad, pero como no se trataba de una muerte natural se tuvo que activar la comitiva judicial y se ha abierto una investigación para aclarar los hechos. Hoy por hoy, todo parece indicar que se trataría de una sobredosis, cosa que tendrá que confirmar los resultados de la autopsia.

El narcopiso, un foco de conflictos para los vecinos

Los vecinos de la zona no se han sorprendido al ver como de aquella vivienda salía una persona sin vida. Parecía cuestión de tiempo. Según apunta Betevé, el narcopiso se había convertido en un foco de conflictos y molestias para unos vecinos que veían cómo su vida se convertía en un calvario. Movimiento constante de personas problemáticas y drogadas, gritos, amenazas o peleas. Incluso gente que defecaba en los rellanos del edificio. Los vecinos vivían atemorizados y habían creado un grupo de WhatsApp para compartir sus vivencias. Ahora, con la muerte del propietario, quien también se había apropiado de espacios comunes como la azotea, habrá que ver si su vida recupera la normalidad.