Tragedia en la carretera este fin de semana en Cantabria. Un sacerdote de 85 años ha muerto embestido por su propio coche este sábado por la mañana después de bajar del vehículo a causa de una avería. El accidente tuvo lugar cuando faltaban veinte minutos para las once, mientras el hombre estaba colocando los triángulos de emergencias en la N-611 por donde circulaba cuando notó que sufría una irregularidad mecánica. Según ha informado la Delegación del Gobierno en Cantabria, el eclesiástico no accionó el freno de mano antes de salir del turismo, que estaba en pendiente, y acabó atropellado.
El difunto ha sido identificado como Florentino Martínez de la Cerda, sacerdote originario de Burgos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El hombre se estaba desplazando por la mencionada carretera cuando sufrió una avería en circunstancias que a estas alturas se desconocen, a la altura de la localidad de Santiurde de Reinosa. Se detuvo en el punto kilométrico 149 para ver qué le pasaba al coche, con tan mala fortuna que se olvidó de poner el freno de mano.
Atropellado por su propio coche
Se desconoce si la avería tenía alguna cosa que ver con el freno de mano, y por eso no la pudo activar o si, como parece, se olvidó de hacerlo. En todo caso, el coche estaba aparcado en una zona donde la carretera hacía pendiente. Al ponerse delante para colocar las señales para indicar al resto de conductores que estaba parado en un lado de la carretera, el coche lo embistió provocándole heridas de mucha gravedad que no pudo superar.
Los servicios de emergencias recibieron el aviso poco después del accidente, alertados por varias personas que pasaban con el coche y que vieron al sacerdote tendido en el suelo. El 112 Cantabria activó patrullas policiales, ambulancias y a los Bomberos, pero los efectivos sanitarios, desgraciadamente, ya no pudieron hacer nada por el hombre.