Este sábado por la noche tuvo lugar una persecución en aguas de Barbate, en Cádiz, entre una patrullera de Vigilancia Aduanera y una narcolancha. Según las primeras informaciones, los dos tripulantes de la embarcación se estaban preparando para hacer un desembarco de hachís en la playa de Los Caños de Meca cuando fueron interceptados por los agentes y decidieron huir. La narcolancha, que cargaba 113 kilos de la droga, acabó chocando contra la nave de la patrulla de Aduanas, provocando la muerte de uno de los dos hombres y dejando herido al otro.
Según fuentes de Vigilancia Aduanera, los dos narcos cayeron al agua a raíz de la colisión, y fueron auxiliados por los mismos agentes que los trasladaron al puerto de Barbate. Mientras esperaban la llegada de los servicios de emergencias, uno de los dos tripulantes accidentados, un hombre de origen marroquí, entró en parada cardiorrespiratoria, y las maniobras de reanimación de la policía no fueron suficientes para resucitarlo. Su compañero, otro hombre español, sufrió varias heridas, pero no se teme por su vida y ya ha quedado detenido.
El mismo puerto donde murieron dos agentes de la Guardia Civil
El puerto de Barbate no es la primera vez que presencia una muerte relacionada con el narcotráfico. El pasado mes de febrero, dos agentes de la Guardia Civil perdieron la vida después de que una narcolancha embistiera deliberadamente su embarcación patrulla, pasándoles por encima. Dos policías más resultaron heridos, una de gravedad. Aquella noche, varias narcolanchas se refugiaron dentro de la dársena del puerto a causa de un fuerte temporal, y el Instituto Armado envió algunas lanchas para intentar detenerlos, una decisión que resultó mortal a causa de la diferencia de equipamiento y de tamaño de la narcolancha y la embarcación policial.