Un chico de unos 20 años ha muerto ahogado este jueves por la mañana cuando se estaba bañando en una zona rocosa de Cala Banys, en Lloret de Mar, en la Selva (Girona), que no dispone de servicio de vigilancia. Los hechos han tenido lugar cuando faltaban pocos minutos para llegar a las diez y media de la mañana y varios testigos han llamado al teléfono de emergencias 112 alertando de que el hombre se encontraba inconsciente en el agua. Lo han conseguido sacar del agua y le han empezado a practicar las maniobras de reanimación.

Los efectivos de los Bombers de la Generalitat, que han enviado dos dotaciones, han realizado tareas de apoyo y de asistencia en las primeras maniobras sanitarias hasta la llegada del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), que ha movilizado dos unidades terrestres. No obstante, los sanitarios tampoco han podido hacer nada para salvarlo y se ha confirmado su muerte. También se han desplazado hasta el lugar agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, cuerpo que ahora se encargará de la investigación del ahogamiento y de identificar a la víctima, ya que todavía no ha podido ser identificada.

Segunda víctima mortal en la temporada de playas

Desde que el pasado domingo, 15 de junio, se iniciara la temporada de verano en las playas, en solo cuatro días ya ha habido dos víctimas mortales. Además de la muerte del joven en Lloret de Mar, un hombre de 40 años murió ahogado este martes por la noche cuando se estaba bañando en la playa de Sant Cristòfol de Vilanova i la Geltrú, en el Garraf (Barcelona). Fueron unos bañistas los que alertaron al 112 al verlo flotar en el agua, ya que a aquella hora ya no había servicio de socorrismo, pero los servicios sanitarios desplazados hasta el lugar ya no pudieron hacer nada para salvarlo.