Conmoción en la localidad de Amposta, en el Montsià (Tarragona), por la muerte de un joven policía local de 33 años que, mientras estaba fuera de servicio, ha perdido la vida cuando estaba arreglando el coche eléctrico en su casa, al núcleo de Poble Nou del Delta. Los hechos han tenido lugar cuando faltaban cinco minutos para llegar a las cuatro y media de la tarde y han sido los padres del chico los que, después de estar llamándolo durante bastante rato sin obtener respuesta, han ido hasta su domicilio y se lo han encontrado ya inconsciente al lado del vehículo. Rápidamente, por parte de un vecino, se ha alertado a los servicios de emergencias y hasta el lugar se han desplazado efectivos de los Mossos d'Esquadra, de los Bombers de la Generalitat y del Sistema d'Emergències Mèdiques.

Cuando los servicios de emergencias han llegado al domicilio, sin embargo, los sanitarios ya no han podido hacer nada para salvar la vida del hombre y han confirmado su muerte. El SEM ha activado equipos de psicólogos para atender a los familiares. Los Mossos d'Esquadra se han hecho cargo de la investigación con el fin de aclarar las circunstancias de los hechos. La principal hipótesis apunta a que se ha tratado de un accidente fortuito. En una primera inspección del cuerpo, los efectivos del SEM han detectado signos de una muerte por electrocución, pero ahora será la autopsia la que tendrá que confirmarlo. Los investigadores de la policía catalana tratan de averiguar como estaba manipulando el coche eléctrico a la víctima y porque lo hacía.

Un agente recién ingresado a la Policía Local de Amposta

El joven de 33 años era originario del municipio vecino de la Ràpita y era uno de los últimos agentes que se había incorporado recientemente a la Policía Local de Amposta, tal como han detallado fuentes municipales. El trágico suceso ha provocado una gran conmoción dentro del cuerpo policial. Desde el Ayuntamiento de la capital del Montsià han expresado el suyo "pésame y calor a la familia, amistades y compañeros" y se han decretado tres días de duelo oficial, que comportan la suspensión de actos y celebraciones institucionales.