Cae una peligrosa secta budista asentada en el pueblo de Abanilla, en Murcia. El líder del grupo, José Manuel Cánovas, conocido entre sus seguidores como Trascendencia Total, ha ingresado en la cárcel, acusado de delitos contra la salud pública, contra los recursos naturales y el medio ambiente, contra los derechos de los trabajadores, contra la integridad moral y asociación ilícita. El "lama de Murcia", español de 50 años, promovía unas creencias basadas en la alquimia para expandir la mente y llegar a la trascendencia.

José Manuel creó la Fundación Mahasandhi hace quince años, un complejo de más de 100.000 metros cuadrados de búnkeres, casas cueva, albergues, almacenes, templos y laboratorios clandestinos, en el centro del cual pretendía construir la estatua budista más grande de Europa, de 30 metros. José Manuel se comprometió a guardar voto de silencio hasta la finalización del proyecto, promesa que ha mantenido incluso durante el interrogatorio: contestaba a las preguntas de los policías escribiendo en una pizarra.

Durante el registro de las instalaciones, la Policía Nacional encontró más de 200 kilos de mercurio, un metal altamente tóxico, y que el detenido habría utilizado para confeccionar elixires energizantes para sus fieles, a quienes manipulaba con estrategias de ingeniería social y la administración de sustancias psicoactivas para subyugarlos.

Muchos de los fieles, intoxicados con el mercurio

Trascendencia Total almacenaba más de 200 kilos de mercurio en los búnkeres de la Fundación Mahasandi, así como cinabrio y otras sustancias peligrosas para la salud. El líder de la secta pasaba largas temporadas encerrado en los laboratorios haciendo alquimia para preparar los elixires de "mercurio puro", que aseguraba eran seguros de consumir y tenían propiedades vitalizadoras. Muchos de sus seguidores, sin embargo, empezaron a manifestar sintomatología adversa causada por la neurotoxicidad del metal.

Además del mercurio, durante el registro se requisaron 90.000 euros en metálico, un revólver, armas blancas, diecinueve kilos de marihuana y multitud de documentos sobre la experimentación con esta sustancia y material pseudocientífico, religioso y esotérico. El dinero lo había obtenido a través de donaciones hechas por los fieles, que vivían en las casas cueva de la fundación y asistían al lama y realizaban todo tipo de trabajos que este les exigía, como tareas de administración, gestión de las redes sociales, jardinería y formación de las personas que acudían a las clases esotéricas que ofrecían.

Aparte de la detención de José Manuel Cánovas, los inspectores de la Consejería de Salud Pública de Murcia han clausurado la fundación, así como una nave industrial que los agentes localizaron en el polígono de Lorquí y que estaba llena de los elixires que elaboraban y que después distribuían a través de herbolarios y su página web.