Un ficus de 40 años se seca en el centro de Águilas (Murcia) y descubren el crimen: lo han matado. El consistorio de este municipio murciano ha denunciado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil la muerte intencionada, a traición, de un ficus de 40 años en la plaza Virgen del Rocío. El hecho, al haberse realizado con premeditación, ha provocado la alerta porque los técnicos han hallado hendiduras en la corteza por las que inyectaron varias sustancias, aparentemente muy tóxicas, hasta acabar con su vida.

Al parecer, y según ha informado el Ayuntamiento de Águilas, introdujeron de forma reiterada ácido y gasolina por las hendiduras realizadas en el árbol, hasta que consiguieron que se secara. "Un nuevo atentado medioambiental", así ha calificado el consistorio murciano el deceso del ficus de 40 años y tras conocerse que, el pasado mes de mayo, tres moreras grandes de un parque municipal fallecieron de una forma similar: con agujeros en el tronco por los que echaron sustancias abrasivas. 

Matar un árbol: ¿delito?

El edil de Zonas Verdes de Águilas, Jose Luis Moreno, además, ha remarcado que la muerte del ficus y de las moreras de manera premeditada se trata de un acto constitutivo de delito sobre unos árboles que, hasta la fecha, "proporcionaban sombra, rebajaban la temperatura, proporcionaban oxígeno y, además, constituían un atractivo para la hostelería de la zona ya que permitían ofrecer un servicio de terraza bajo unas magníficas condiciones climatológicas".

Moreno, por último, se ha referido "a los ataques que estamos sufriendo en varias plazas públicas. Tenemos varias zonas en las que se han cortado con tijeras sistemas de riego, se cierran válvulas de forma reiterada, se rompen columpios… Por lo que hago un llamamiento a la ciudadanía para que si son testigos de estos ataques los denuncien".