El titular del juzgado de instrucción 1 de la Bisbal d'Empordà ha dejado en libertad al hombre que condujo 30 kilómetros en contra dirección por la AP-7 con un cadáver de copiloto. El individuo acabó estrellando el vehículo y cuando los Mossos lo inspeccionaron descubrieron los restos de un hombre de 88 años de nacionalidad suiza que se calcula que hacía tres semanas que había muerto. La víctima era pareja sentimental del conductor, un hombre de Lugo de 66 años que vivía en el país helvético desde hace años, y sufría una enfermedad terminal. Ambos habían decidido hacer un último viaje a forma de despido. Después de declarar, el juez lo ha dejado en libertad y le ha prohibido conducir en territorio español como medida cautelar.
Cadáver casi momificado de copiloto
El hombre ha pasado este viernes a disposición del juzgado que ha decidido ponerlo en libertad y le ha abierto causa por un delito de conducción temeraria. Entre otros, la pareja había pasado por Italia, por Madrid o por Vilafranca del Penedès.
El hombre, después de entrar en España procedente de Francia, huyó en dirección contraria de un control policial a unos veinte kilómetros de la frontera y recorrió unos treinta kilómetros por la autopista AP-7 en contra dirección, en la provincia de Girona.
Lo que parecía una persecución en las carreteras catalanas acabó con el macabro hallazgo del hombre de 88 años muerto, casi momificado y tapado con una manta, en el asiento del copiloto, tal como adelantó ElCaso.com. Los Mossos de Tráfico detuvieron al conductor, identificado como Raúl Vázquez, por coducción temeraria y por viajar con el cadáver de su pareja, Rolf Taubenberger.
El conductor se estrelló en Jafre
Antes de ser interceptado, Vázquez se estrelló en Jafre, en el Baix Empordà. Por este motivo, de camino a comisaría los agentes se detuvieron en el Centro de Atención Primaria (CAP), como marca de protocolo.
Los agentes de los Mossos tienen ahora varias carpetas abiertas por aclarar qué ha pasado. Todo indica que el hombre estaba enfermo terminal y murió hace, como mínimo, un par de semanas. También quieren analizar el estado mental del detenido. Si bien llevar a un muerto de copiloto no es delito, sí que quieren confirmar si sufre algún tipo de trastorno traumático después de la muerte de su pareja sentimental.