Las playas de Barcelona, sobre todo la del Somorrostro, hace tiempo que se han convertido en un verdadero paraíso para los ladrones, desafortunadamente para vecinos de la zona y turistas por igual. Los delincuentes se camuflan sin problemas entre los bañistas, esperando el momento oportuno para llevarse mochilas, bolsos y carteras que hayan quedado desatendidas. Lo más habitual es que fijen su objetivo en dinero, tarjetas de crédito y teléfonos móviles. A veces, sin embargo, diversifican el botín y se ponen a la caza de otros objetos, igual de valiosos para los criminales que cualquier billete.

Agentes de la Guàrdia Urbana de la capital catalana que patrullaban este lunes la sección de playas, se fijaron en tres personas que caminaban por las calles del barrio de la Barceloneta con una actitud bastante sospechosa, intentando pasar desapercibidos y vigilando su entorno, muy alertas. Los policías se acercaron a ellos y los pararon para identificarlos y durante el registro encontraron en el interior de la mochila de uno de ellos una serie de objetos que los dejaron sorprendidos.

Decenas de DNI robados para suplantar identidades

Y es que dentro de la mochila, el hombre, cuya nacionalidad no ha trascendido, había escondido un total de 21 documentos de identidad, la mayoría de los cuales habían sido denunciados como sustraídos. En concreto, tenía dieciocho DNI españoles; un Número de Identificación del Extranjero (NIE); una carta de identidad emitida en Francia y otra en Portugal; y dos tarjetas de identificación de sendas universidades. Además, también tenía una tarjeta de crédito que tampoco estaba a su nombre.

La principal sospecha de los agentes es que todos estos documentos hayan sido sustraídos con el objetivo de utilizarlos para cometer estafas suplantando a las víctimas, o para revenderlos en el mercado negro y que a otros delincuentes los utilicen con la misma finalidad. El hombre quedó detenido y trasladado a dependencias policiales.