En el mundo de los robos, la cantidad y la calidad tampoco tienen por qué ir relacionados. Puedes cometer el asalto perfecto siendo un principiante o ser un multirreincidente a quien no paran de detener por errores muy tontos. Este último caso es el de un hombre español de 42 años y con 22 antecedentes por este tipo de delitos que ha vuelto a ser nuevamente detenido por no pararse a pensar un poco antes de cometer el asalto. Aunque entre junio y noviembre lo habían detenido en hasta seis ocasiones por robos con fuerza en bares, supermercados y locales de alimentación en municipios del Baix Llobregat, su experiencia parece que no le sirve para mejorar.
Borra las huellas, pero no piensa en taparse la cara
La madrugada del pasado 11 de noviembre, el hombre decidió volver a actuar en un establecimiento de alimentación de Sant Esteve Sesrovires. El hombre forzó en persiana del local y se llevó la recaudación de la caja registradora. Segundos después de marcharse, volvió de nuevo al interior arrastrándose por el suelo y borró las huellas que había dejado en un intento de eliminar pruebas y dificultar las tareas policías. El problema fue que mientras tomaba todas las precauciones posibles en eso, no cayó en taparse la cara para ocultar su rostro, cosa que no pasó desapercibida para las cámaras de seguridad del establecimiento.
Los propietarios de la tienda denunciaron los hechos a los Mossos d'Esquadra y, gracias a las imágenes de las cámaras en las cuales se le podía identificar perfectamente con la cara destapada, supieron quién era el ladrón por muchos intentos que hiciera por borrar las huellas. Así pues, el 13 de noviembre, dos días después del robo, agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Martorell lo detuvieron nuevamente como presunto autor de un robo con fuerza en el establecimiento de alimentación en Sant Esteve Sesrovires. El detenido pasó a disposición judicial del juzgado de guardia de Martorell.