Una agente en prácticas de los Mossos d'Esquadra fue víctima de una agresión en Girona al intentar parar a un hombre inglés de 46 años que quería marcharse de un estanco sin pagar por el tabaco. Varios vecinos de la zona colaboraron para evitar que el agresor huyera hasta que la policía lo pudo detener y llevárselo del local. El detenido, sin antecedentes previos, está acusado de un delito de hurto y atentado contra la autoridad.

Los hechos tuvieron lugar el miércoles 16 de julio, hacia las dos menos cuarto de la tarde, cuando una agente en prácticas de los Mossos d'Esquadra se dirigía hacia la comisaría de Girona para empezar a trabajar y oyó a una mujer que pedía ayuda desde el estanco. La policía entró en el establecimiento para ver que pasaba, y se encontró con un hombre inglés, muy alterado, que no quería pagar por el tabaco e intentaba marcharse del local, que se estaba llenando de otros comerciantes de la calle que habían ido recorriendo al oír los gritos.

El detenido agredió al agente que lo quería detener

El agente se identificó como tal y quiso detener al hombre por los disturbios y el intento de robo, y, para evitar ser arrestado, el británico dio un puñetazo en la cara de la policía, concretamente a la mejilla izquierda, lo que la dejó herida leve, pero no pudo impedir que cumpliera con su tarea. Con la ayuda de los vecinos, la Mossa pudo evitar que el agresor escapara ni agrediera a nadie más, y lo consiguió detener y llevárselo del local. El hombre está acusado de un delito de hurto por querer llevarse el tabaco sin pagar y de otro de atentado contra la autoridad para agredir al agente que lo detuvo. Afortunadamente, el incidente se saldó sin demasiados problemas, y, a pesar del puñetazo recibido, la policía no necesitó asistencia médica y fue a trabajar después de arrestar al ladrón.