Insólita escena la que tuvo lugar el pasado domingo en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Granollers. Un hombre de 32 años se presentó en las dependencias de la policía catalana de la capital del Vallès Oriental pidiendo poder hablar con un agente. No explicó el motivo de su consulta, pero le dijeron que se sentara en la sala de espera hasta que hubiera un policía que lo pudiera atender. El hombre, de origen marroquí, según ha podido saber ElCaso.com, se dirigió a la sala, pero, lejos de esperar pacientemente, abrió una bolsita que llevaba encima llena de un polvo blanco, cogió un poco con el dedo e hizo el gesto de ponérselo en la nariz.

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las once y media de la noche del pasado 5 de octubre. Al ver lo que hacía, los agentes que estaban allí en esos momentos, alarmados ante lo que claramente era una persona intentando drogarse en medio de una comisaría, se lo reprocharon. El hombre, entonces, se alteró ante la insistencia de los policías de que dejara lo que estaba haciendo y se identificara. Lo intentaron calmar y conseguir que les enseñara la documentación, pero opuso bastante resistencia y tardaron unos minutos en poderlo contener. Estaba muy nervioso, pero los agentes lo pudieron controlar sin que ninguno de los agentes sufriera heridas durante la actuación. 

Indocumentado, pero con más de 20 gramos de cocaína encima

Durante el registro no encontraron su documentación. Lo que sí descubrieron fueron más de 20 gramos de cocaína, quedando así confirmada la naturaleza del polvo que intentaba esnifar, y lo detuvieron, acusado de un delito de resistencia a agentes de la autoridad y por posesión y consumo de drogas. Viendo el estado en el que se encontraba, decidieron trasladarlo al hospital del municipio para que le hicieran un examen médico.