Un grupo formado por diecisiete excursionistas de Barcelona, la mayoría de los cuales menores de edad, ha tenido que ser rescatado por la Guardia Civil después de que quedaran atrapados a más de 3.000 metros de altitud en la cara sur del Cerro de los Machos de Capileira (Granada). El rescate tuvo lugar el pasado lunes por la noche después de que, en torno a las siete de la tarde, fueran los mismos excursionistas los que llamaran al 112 para pedir ayuda para poder abandonar la zona, ya que se habían visto sorprendidos por el mal tiempo. Su objetivo era pasar la noche en el refugio de la Carihuela, pero los problemas físicos por el cansancio y las inclemencias del tiempo, además del hecho de ir en un grupo numeroso, les impidió cumplir con sus planes y pidieron auxilio.
La petición de ayuda de los jóvenes, un grupo compuesto por tres monitores de entre 19 y 21 años que tenían a su cargo trece menores, chicos y chicas de entre 15 y 17 años, y un joven de 18, hizo activar al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) y a la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Granada, que se dirigieron a la zona, a unos 3.300 metros de altura. El dispositivo de rescate fue complicado y se alargó unas dos horas, ya que el fuerte viento que había en la zona, las limitaciones de combustible y la poca visibilidad al ocaso llevaron el helicóptero al límite. Además, el hecho de que fuera tanta gente atrapada hizo que se tuvieran que hacer cinco viajes para poder evacuar a todo el mundo hasta el Puerto Molina.
Los monitores, sin titulación ni experiencia
Afortunadamente, todos ellos, miembros de un club de montaña de la demarcación de Barcelona, tal como han informado desde la Guardia Civil, llevaban la vestimenta idónea y material deportivo y salieron ilesos. Una vez los evacuaron hasta el Puerto Molina, desde allí pudieron seguir la ruta a pie hasta la Hoya de Portillo, donde dos patrullas de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil los recogieron para llevarlos hasta el pueblo de Capileria. Los padres y los responsables del club de montaña eran conocedores de la actividad que los chicos tenían previsto hacer. No obstante, a pesar de que todos los excursionistas estaban federados, los monitores no disponían de ninguna titulación en técnico de montaña y carecían de experiencia en alta montaña.