Aunque en un principio se pensó que se trataba de un atropello accidental, la realidad es que la muerte de un joven turista alemán de 20 años que apareció sin vida en la cuneta de la autopista de Llucmajor, en Mallorca, en octubre de 2022, fue un asesinado. Después de un año de investigación por parte de la Policía Nacional, se ha podido detener en Málaga y Palma a los dos presuntos responsables del crimen, dos hombres de 36 y 44 años.

Un testigo de los hechos, clave para resolver el crimen

La muerte del joven tuvo lugar hacia las diez y media de la noche del 8 de octubre de 2022. El chico, un turista alemán, salió de fiesta con un amigo, bebió mucho alcohol y decidió volver hacia su hotel. No obstante, nunca llegó. Su cadáver apareció en la cuneta de la autopista de Llucmajor, muy cerca de la salida 11 de Playa de Palma, al cabo de poco rato. Fue una conductora quien alertó a los servicios de emergencias porque lo acababa de atropellar. La Policía Nacional abrió una investigación y determinó que, por imprudencia, ya que iba muy borracho, intentó cruzar la carretera y el vehículo lo había atropellado accidentalmente.

No obstante, un testigo dio un giro radical a la investigación. Según explicó, al contrario de lo que había leído a los medios hablando de un atropello accidental, él había visto como instantes antes alguien lo había lanzado a la carretera desde una furgoneta de color blanco. Este testigo, sin embargo, no pudo detallar la matrícula, la marca o el modelo. Eso hizo que los investigadores tuvieran que rastrear alrededor de 100.000 furgonetas blancas y comprobó más de diez millones de matrículas que aquellos días estuvieron circulando por Mallorca.

Finalmente, después de un arduo trabajo, pudieron identificar y encontrar la furgoneta en cuestión. El vehículo era propiedad de una empresa, pero la persona que supuestamente lo conducía aquel día ya no trabajaba allí. Después de localizarlo, comprobaron que no tenía participación en los hechos, aunque la furgoneta que tenía asignada había sido utilizada sin su consentimiento por dos hombres, que quedaron detenidos como presuntos autores del crimen.

Un robo que acabó mal

Durante la investigación, los agentes policiales descubrieron que, desde que el joven fue visto por última vez con vida al despedirse de su amigo en la playa hasta que apareció muerto en el arcén de la autopista, solo pasaron tres minutos, tiempo insuficiente para que pudiera haber llegado por sus propios medios. La Policía Nacional ha concluido que, de camino al hotel, viendo que iba muy borracho, los dos detenidos lo asaltaron y lo metieron dentro de la furgoneta para robarle. La cosa, sin embargo, acabó saliendo mal y tiraron al chico al arcén de la autopista.