Los ladrones no tienen respeto por nada ni por nadie, tal como ha evidenciado un incidente que tuvo lugar en Barcelona este jueves 5 de junio, cuando una residencia de ancianos del barrio de la Sagrada Familia de la capital catalana se convirtió en el blanco de un delincuente que no dudó en hacerse pasar por el familiar de uno de los internos para poder acceder a plena luz del día y con total impunidad para dedicarse a revolver armarios, cajones y bolsos. Afortunadamente, los trabajadores del centro sospecharon de él, ya que no lo reconocieron cuando se presentó como una visita más, y cuando preguntaron a los residentes si lo conocían, ninguno de ellos dio una respuesta afirmativa.
El mangui, cuya edad y nacionalidad no se han comunicado, tuvo tiempo de sustraer un teléfono móvil, así como varias piezas de bisutería de una de las habitaciones, antes de darse cuenta de que su tapadera había sido descubierta. Intentó abandonar el lugar, pero acabó entrando en la cocina para intentar esquivar a los trabajadores; eso propició su detención, ya que los empleados de la residencia lo encerraron dentro para evitar que huyera antes de que llegaran las autoridades.
Retenido en la cocina de la residencia sin posibilidad de huida
Mientras algunos de los trabajadores cerraban los accesos a la cocina para evitar que el ladrón se fuera con el botín, otros llamaron a los servicios de emergencias, que enviaron a una patrulla de la Guàrdia Urbana de Barcelona para hacerse cargo de la situación. Cuándo abrieron las puertas de la estancia, los agentes se encontraron al hombre escondido, pero, a pesar de todo, acabó esposado y detenido por un delito de hurto. Durante el registro le encontraron encima el móvil y las joyas que acababa de sustraer a algunos de los internos de la residencia, objetos que pudieron ser devueltos a sus legítimos propietarios.