La joven vasca de 30 años reportada como desaparecida el pasado 23 de julio a Isla Carenero, en Panamá, apareció muerta en una playa del caribe panameño el pasado 26 de julio, aunque no ha sido hasta ahora que se ha podido verificar su identidad. Así lo ha confirmado El Ministerio Público del país centroamericano, que también ha señalado que hay "indicios" de que podría tratarse de un homicidio. Argintxona Fraile "murió a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico" según un comunicado que ha enviado la Fiscalía, que también detalla que la identificación del cuerpo se ha hecho con la colaboración de un familiar de la joven.
Al mismo comunicado se explica que la policía de Panamá, con el objetivo de "encontrar a los o los responsables de este hecho, está practicando diligencias de campo, entre otras acciones de investigación". Según las primeras informaciones, algunas de las pertenencias del Argintxona ya se han podido localizar, junto con indicios sobre los posibles autores.
Desaparecida durante unas vacaciones
La familia de la vizcaína dejó de recibir mensajes de la joven el pasado miércoles y denunciaron su desaparición en una comisaría de la Ertzaintza. Aquel mismo día fue el último que la vieron con vida en el hostal de Bocas del Toro donde se alojaba y donde tenía previsto pasar unos días de vacaciones después de haber llegado a Panamá por trabajo; tendría que haber vuelto a casa esta misma semana.
Dos días después de la denuncia, las autoridades de Panamá localizaron el cuerpo de una mujer que, según todos los indicios, era la de la desaparecida Argintxona Fraile. Aunque todo apuntaba a que era la joven, no se ha confirmado su identidad hasta ahora, ya que se ha tenido que esperar a los resultados de las pruebas genéticas, comprobadas con el ADN de la madre de la víctima. De todos modos, la investigación continúa en marcha para poder aclarar del todo las circunstancias de su muerte, así como para poder localizar e identificar a los responsables.