Este domingo de madrugada, los cuerpos sin vida de dos jóvenes de entre 20 y 30 años han sido encontrados abandonados en una calle del barrio de Los Molinos de Almería. Los cadáveres tenían signos evidentes de violencia, con heridas de bala en la cara, uno, y en la cabeza, el otro. Eran las dos y media cuando una persona ha alertado a los servicios de emergencias del hallazgo en la calle Alcolea, justo detrás de un conocido pub de la ciudad, junto a la rotonda que deriva el tráfico hacia el aeropuerto por la carretera N-344. Hasta allí se han desplazado patrullas de la Policía Nacional que han abierto una investigación para aclarar los hechos.

Las víctimas, de origen magrebí, estaban separadas entre ellas por una decena de metros, una circunstancia que hace pensar a los agentes que uno de ellos, el que tenía el tiro en la cabeza, había intentado huir después de que el asesino disparara a su compañero. Eso indica también el lugar donde ha recibido el impacto de la bala, en el occipital, de manera que el tirador tenía que estar colocado detrás de él. Los sanitarios del 061 que también se han trasladado al sitio no han podido hacer más que certificar sus muertes.

Un ajuste de cuentas, posible móvil del crimen

Desde la Comisaría Provincial almeriense han informado de que los cadáveres han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal (IML) de la ciudad para hacer las autopsias, ya que todavía "no se saben las circunstancias" de este suceso. Mientras tanto, la Brigada de la Policía Judicial ha empezado las indagaciones para aclarar los motivos y el contexto en el que ha tenido lugar este doble crimen. La hipótesis que tiene más fuerza ahora mismo es la de un posible ajuste de cuentas, seguramente por un tema de drogas, pero no se está descartando ninguna línea de investigación. De momento, no consta ningún detenido y el caso está bajo secreto de las actuaciones.