La Policía Nacional investiga la aparición del cadáver de un bebé que este domingo ha sido encontrado dentro de unos contenedores de basura en la ciudad de Madrid. El hallazgo se ha producido alrededor de la una y media del mediodía a la altura del número 21 de la calle Acuario, en el distrito de Barajas, muy cerca del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, cuando un vecino se disponía a tirar la basura y ha descubierto el cuerpo sin vida del bebé. El hombre ha alertado rápidamente a los servicios de emergencias y hasta el lugar se han desplazado efectivos de la Policía Nacional y de los servicios sanitarios de Samur-Protección Civil, que solo han podido confirmar su muerte.
El bebé estaba lleno de moratones y dentro de una bolsa de supermercado
El cadáver del bebé estaba dentro de una bolsa de plástico de supermercado y presentaba evidentes signos de una muerte violenta. Según detalla El Español, iba en pijama, tenía el cuerpo lleno de moratones, sangre en la nariz y un ojo de color ennegrecido. Las primeras estimaciones apuntan que el bebé tendría como mucho tres meses, aunque no ha trascendido si se trata de un niño o una niña. El Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid se ha hecho cargo de la investigación para aclarar las circunstancias del suceso. Agentes de la Policía Científica del Grupo de Delitos Violentos (DEVI) se han desplazado hasta el lugar para intentar recoger pruebas que puedan ayudar a aclarar el caso.
El cuerpo sin vida del bebé ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal a fin de que se le practique la autopsia y se determinen las causas de la muerte y cuando murió. También se le recogerán muestras genéticas para intentar identificarlo y localizar a sus padres. Además, se ha rebuscado por el interior de los diferentes contenedores y se ha encontrado piezas de ropa de bebé, que serán analizadas para determinar si son suyas y pueden aportar alguna prueba.
Por otra parte, los agentes han hablado con el hombre que ha encontrado al bebé y han interrogado a los vecinos de la zona por si habían visto alguna cosa. Se estima que lo habrían dejado allí después de las diez de la mañana, cuando ha pasado el camión de la basura y se lo ha llevado todo. La calle es básicamente residencial y solo cuenta con las cámaras de seguridad de un bar y un centro de día próximos, pero en los dos casos no enfocan en dirección a los contenedores y no han podido grabar nada.