La Policía Nacional ha detenido a dos menores de edad en el municipio de Miranda, en Burgos, después de descubrir que intentaron prender fuego a un sintecho y lo grabaron en vídeo. Los policías han descubierto también que los dos jóvenes, junto con un tercero, son los autores de un incendio en un puesto ambulante de una mujer peruana y de hacer amenazas racistas. Los tres hechos fueron grabados por los chicos, lo que ha facilitado las pruebas para la detención.
El ataque al hombre sin hogar tuvo lugar el pasado 22 de abril, poco antes de la una de la madrugada. La víctima estaba durmiendo cerca de una parada de autobuses de Miranda cuando se acercaron los dos chicos con malas intenciones. Los agresores tenían un cartón que habían rociado con algún material inflamable, lo encendieron y cuando estaba quemando lo tiraron encima el hombre sin hogar, según afirmaba un testigo de los hechos. Afortunadamente, el hombre reaccionó rápidamente y pudo apartarse antes de que las llamas le causaran daño grave, pero tanto el saco de dormir como su manta quemaron y quedaron inservibles. Los menores grabaron todo el incidente mientras se burlaban y se reían del sintecho, lo cual ha permitido a los responsables de la investigación acusar a los dos chicos de homicidio en grado de tentativa y de un delito de odio contra las personas en situación de pobreza.
Incendian un puesto ambulante
Durante la investigación se ha descubierto que este no fue la única vez que los agresores jugaron con fuego. Durante las fiestas de San Juan del Monte, el día 9 de junio, hacia las cuatro de la madrugada, los dos autores del ataque al sintecho y un tercer menor incendiaron el puesto de una mujer peruana. La víctima, que dormía en la furgoneta delante de la barraca, se despertó por el ruido y, al ver las llamas, intentó apagarlas. Otros vendedores la asistieron inmediatamente, pero no consiguieron evitar que se propagara el fuego, lo que ponía en peligro la vida de aquellos que se encontraban a los negocios.
Finalmente, los bomberos tuvieron que hacerse cargo de las llamas, pero los comercios ya habían sufrido grandes daños, valorados en unos 35.000 euros. Una mujer denunció que, días antes del incendio, había recibido insultos racistas por parte de los menores. Durante la investigación se descubrió que los chicos habían grabado los momentos antes de los hechos, y decían frases cómo "vamos a quemar panchitos" o "los mataremos", lo cual les suma una agravante por delito de odio. Los tres implicados han pasado a disposición judicial de la Fiscalía de Menores de Burgos y se ha determinado su ingreso inmediato a un centro de menores.