Los Mossos han puesto orden en la carretera este fin de semana, velando por la circulación y, potencialmente, salvando vidas, apartando de las vías a los conductores peligrosos. En un control especial por la operación salida que se lleva este fin de semana largo, de la mano del día de la Inmaculada, los Mossos han estado vigilando las carreteras, y han tenido que detener y denunciar a varios conductores por algunas infracciones. De entre todos los casos, los policías han remarcado dos de particularmente peligrosos: dos camioneros que circulaban drogados y bebidos por la AP-7, ambos en la comarca del Baix Ebre. En su habitual exceso de cel, los Mossos d'Esquadra no han revelado a este medio más datos sobre los implicados, como la edad o la nacionalidad.

Ambos casos tuvieron lugar ayer, sábado 6 de diciembre, día de la Constitución. El primero fue durante la madrugada, en la Aldea. Se trataba de un camión grande, que transportaba coches, al cual detuvieron después de verlo conducir temerariamente. Los agentes le obligaron a entrar en el Área de Servicio, para poder comprobar el motivo de su peligrosa conducción, una razón que no tardaron en entender. Le obligaron a soplar por el control de alcoholemia y dio un resultado de 0,85 mg/l, prácticamente seis veces la tasa permitida por los conductores profesionales. Por este motivo, los policías detuvieron al hombre por un delito contra la seguridad vial, ya que conducía temerariamente y borracho, y le inmovilizaron el vehículo.

Conducía drogado en L'Ampolla

Unas horas más tarde, también en la AP-7, los Mossos localizaron a otro camionero sospechoso, esta vez en la Ampolla. Los agentes le hicieron parar y, viendo su conducción y reacción, le hicieron soplar. El hombre dio positivo en el control de alcoholemia, pero la cosa no quedó ahí. También se le hizo un control de drogas, y, de nuevo, dio positivo. En este caso, no le detuvieron, sino que le denunciaron administrativamente e inmovilizaron el vehículo.