Agentes de la Guardia Civil han detenido en el puerto de Vigo a un hombre sobre quien pesaba una Orden Europea de Detención y Entrega por parte de Polonia. El hombre, de nacionalidad georgiana, estaba siendo buscado por las autoridades polacas como presunto autor de un homicidio. Después de cometer el crimen, el individuo había huido y se le había perdido el rastro hasta que se le pudo detectar ocultándose formando parte de la tripulación de un buque portacontenedores panameño, el MSC JOY.

Las autoridades españolas tuvieron conocimiento de que en la embarcación, que había salido del puerto de Gijón, podría estar escondido este prófugo de la justicia, así que efectivos de la Guardia Civil lo esperaron en la siguiente parada del barco, en el puerto de Vigo. Una vez atracó, la madrugada de jueves a viernes, los policías comprobaron su identidad y confirmaron que, efectivamente, se trataba del peligroso asesino buscado en Polonia, así que quedó detenido y fue trasladar a las dependencias policiales, mientras que el barco siguió su ruta programada hacia Portugal. El hombre ha sido puesto a disposición de la Audiencia Nacional, el órgano competente para ejecutar las extradiciones.

Detenido en Málaga un hombre buscado por los Países Bajos por dos intentos de homicidio

El de Vigo no ha sido el único asesino buscado por algún país europeo que se ha detenido en España esta semana. El pasado miércoles, la Policía Nacional detuvo en el aeropuerto de Málaga a un hombre de 41 años cuando acababa de aterrizar procedente de Casablanca. Sobre él pesaba una Orden Europea de Detención y Extradición de las autoridades de los Países Bajos por dos intentos de homicidio que tuvieron lugar el año 2020 en Bélgica, además de otros delitos relacionados con el narcotráfico entre los cuales homicidio y agresión con lesiones graves, pertenencia a organización criminal, tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y blanqueo de capitales. El hombre ha sido puesto a disposición de la Audiencia Nacional para que decida sobre su extradición en su país, donde se podría enfrentar a una pena máxima de cadena perpetúa o hasta 30 años de prisión.