Kevin Pastor dormirá a partir de esta noche entre rejas por haber matado a tiros a Borja Villacís. La magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Illescas ha decretado su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por homicidio, tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y falsedad documental. Paralelamente, el juzgado de Instrucción 38 de Madrid también ha decretado prisión provisional y sin fianza para su madre, la mujer de 52 años que conducía el coche que utilizaron para cometer el crimen y que fue detenida el mismo día de los hechos. En su caso, el magistrado la acusa de un delito de asesinato al considerar que participó de manera activa en el crimen.

Con respecto al otro chico que fue detenido junto con Kevin en el municipio de Yuncos, en Toledo, la magistrada considera que no participó en el crimen y que solo ayudó al chico a esconderse, motivo por el cual lo ha dejado en libertad con cargos. Se le ha retirado el pasaporte, se le ha prohibido salir de territorio español, se le ha impuesto una orden de alejamiento de un kilómetro y la posibilidad de comunicarse con cualquier persona relacionada con los hechos y estará obligado a presentarse en los juzgados periódicamente.

La decisión de los dos juzgados llega después de que los tres detenidos hubieran pasado este viernes a disposición judicial. Los dos chicos han prestado declaración ante la magistrada en Illescas, donde les correspondía por donde fueron detenidos, mientras que la madre lo tenía que hacer en un juzgado de guardia de Madrid, aunque en su caso se ha acogido a su derecho a no declarar. En el caso de los dos encarcelados, sus imputaciones quedan a expensas de la correspondiente investigación judicial. Una vez resuelta la situación procesal de los dos detenidos, todos ellos han quedado a disposición del Juzgado de Instrucción 19 de Madrid, que es quien se encarga de la causa abierta por la investigación del asesinato.

Una posible revancha por un conflicto de drogas

Con Kevin y su madre en la prisión, los investigadores de la Policía Nacional siguen trabajando para aclarar los hechos. La principal hipótesis es que se trataría de una revancha por un posible conflicto de drogas, ya que madre e hijo formaban parte de un clan familiar dedicado al narcotráfico. Además, Borja Villacís también estaba imputado en una causa por narcotráfico y blanqueo de capitales que investiga la Audiencia Nacional. Se está mirando de aclarar qué relación tenían entre ellos y qué motivaciones tenían para matarlo.

Paralelamente, la Policía Nacional también busca al segundo autor material del crimen, que a estas alturas todavía no ha podido ser detenido. Los testigos apuntan que, además de Kevin y su madre, había una tercera persona implicada y en el escenario se encontraron dos armas largas diferentes y un revólver. De momento, no ha podido ser identificado ni detenido y se están buscando posibles huellas o restos de ADN en el vehículo de alquiler que hicieron para intentar saber quién es.