Los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro seguidores de la Unión Deportiva Sant Andreu acusados de tirar piedras y otros objetos contundentes en el autobús del Rayo Majadahonda el dieciocho de mayo. Los hechos tuvieron lugar en el estadio Narcís Sala al acabar el partido entre los dos equipos, en los que el equipo barcelonés se jugaba el ascenso a la Primera Federación. Al perder, un grupo de seguidores del Sant Andreu persiguieron el autobús del equipo rival mientras se marchaba hacia Madrid y se pusieron a lanzarle piedras y todo tipo de objetos que encontraron, destrozando algunas ventanas. El ataque no causó heridos, pero sí momentos de mucha tensión al verse en riesgo la integridad física de los jugadores , entre ellos Gianluca Simeone, hijo del entrenador del Atlético de Madrid y de algunos miembros del cuerpo técnico. La agresión reventó varios cristales de la parte lateral y delantera, lo que causó otros desperfectos en el autobús valorados en varios miles de euros.

 

Los Mossos identifican algunos de los implicados

Tres semanas después de los hechos, el miércoles cuatro de junio, los Mossos d'Esquadra han identificado algunos de los implicados y han detenido cuatro hombres de entre 23 y 24 años, a los cuales se les atribuyen delitos de desórdenes públicos, un delito de daños por un valor de 3.000 € y un delito contra la seguridad vial por causar un grave riesgo para la circulación. Los detenidos también han sido denunciados administrativamente por la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. La investigación continúa abierta y se está investigando una quinta persona por los mismos delitos. Los Mossos no descartan la posibilidad de nuevas detenciones.

La Unión Deportiva Sant Andreu emitió un comunicado al día siguiente del partido en que afirmaba "lamentar profundamente y condenar rotundamente los hechos", distanciándose de este tipo de actitudes y comportamientos y lamentando que casos aislados ensucien el nombre de la afición. De la misma manera, el Rayo Majadahonda condenaba la gravedad de los hechos y decía haber iniciado acciones legales con el fin de identificar a los agresores y poder sancionarlos. El club Madrileño agradecía el apoyo recibido por parte del Sant Andreu y su colaboración en todo momento.