Desde Irún hasta Calafell, en el Baix Penedès (Tarragona). Esta es la ruta que dos hombres hicieron antes de ser detenidos por un asesinato que cometieron el pasado miércoles en esta ciudad del País Vasco, justo en la frontera con Francia. Era en torno a las cinco y cuarto de la tarde cuando la Ertzaintza encontró el cadáver de un hombre de origen latinoamericano con claros signos de violencia tirado en el suelo en un piso de la calle Pinar de la localidad. El hombre había sido amordazado, atado a una silla y todo apuntaba a que lo habían matado de una paliza.
Matan al hombre y huyen hasta Catalunya
Efectivos del Servicio de Investigación Criminal Territorial de Guipúzcoa (SICTG) abrieron una investigación para aclarar el crimen y se cogieron muestras del interior del domicilio donde se habían producido los hechos, mientras que el cadáver fue trasladado al anatómico forense para que se le hiciera la autopsia. Rápidamente, los investigadores pudieron identificar a los dos hombres que presuntamente habían cometido el asesinato y se les intentó localizar, pero se descubrió que ya habían huido del País Vasco, motivo por el cual se emitió una orden de busca y captura y se puso los hechos en conocimiento del resto de cuerpos policiales.
La madrugada del viernes, agentes de la Policía Local de Calafell pararon a un individuo en el municipio y, al introducir sus datos en las bases policiales, les apareció que era buscado por un crimen cometido dos días antes en Irún, así que lo detuvieron. Los Mossos d'Esquadra, al tener conocimiento de la detención, se presentó en el domicilio donde se estaba escondiendo y allí encontró al segundo sospechoso, que también quedó arrestado. Los dos hombres, de 31 y 36 años, después de ser entregados al Juzgado de Irún, han ingresado en prisión.
Efectivos del SITCG de la Ertzaintza se han desplazado hasta el Baix Penedès para continuar con la investigación junto con los Mossos d'Esquadra. En la inspección en el domicilio donde los dos hombres se escondían, encontraron pruebas directas que los relacionaban con el crimen de Irún. Entre ellas había unas joyas que presuntamente se llevaron del domicilio de la víctima. La investigación sigue en marcha con el fin de aclarar cómo tuvieron lugar los hechos y qué motivación había detrás.