La Policía Nacional ha detenido este miércoles al propietario del Medusa Beach Club, el local del barrio de s'Arenal de Palma donde el pasado 23 de mayo murieron cuatro personas cuando se hundió la terraza que, según reveló la investigación, no tenía licencia y se estaba utilizando de manera ilegal. El arrestado es el empresario de origen austríaco Christian Arnsteiner, que ha quedado acusado de cuatro delitos de homicidio imprudente y seis delitos de lesiones graves. Arnsteiner ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Palma alrededor de las cuatro y media de la tarde.
El magistrado ha decretado libertad provisional para el arrestado con medidas cautelares: le han retirado el pasaporte y tiene prohibido abandonar el estado, así como la obligación de comparecer antes los juzgados siempre que sea requerido.
Según concluyó el informe elaborado por los técnicos municipales, la estructura colapsó a causa del sobrepeso; la parte de arriba del Medusa no tenía autorización para funcionar como chill-out, y la gran cantidad de personas que se encontraban en la terraza, sumado a las diversas reformas ilegales que encargaron los hermanos Arnsteiner - el detenido había adquirido el local junto con su hermana, Sandra - sobrecargaron la plataforma, resultando en la caída de la misma con consecuencias mortales.
En el año 2017 se hizo una inspección técnica que calificó la terraza de "no transitable", una condición que no cambió cuando en el año 2021 des puso en marcha el Beach Club. Además, el alcalde de Palma ha explicado que "el informe de la ITE (Inspección Técnica de Edificios) del 2023 dio un resultado desfavorable".
Cuatro muertos y dieciséis heridos
La terraza del establecimiento, en la calle Cartago, se desplomó alrededor de las ocho y media de la tarde. El derrumbe de la terraza, ubicada en el primer piso, provocó el colapso del restaurante de la planta baja, así como de la discoteca Coco Rico, en el sótano. El incidente provocó la muerte a cuatro personas, una camarera de 23 años, natural de Navarra, un cliente senegalés de 45 y dos turistas alemanas de 20 y 30 años, respectivamente. Otras dieciséis personas sufrieron heridas de gravedad.