Hace dos semanas que un interno del Centro Penitenciario de Ponent, condenado por homicidio, empezó a trabajar en las cocinas de la prisión, rodeado de cuchillos. La indignación entre los trabajadores de las instalaciones leridanas no tardó en llegar, y dieron voz a su malestar con el retroceso de una medida, aprobada a raíz del asesinato de Núria, cocinera de Mas d'Enric, que se suponía que serviría para garantizar una mayor seguridad entre los funcionarios. Y es que en marzo se aprobó la retirada de las cocinas de los presos condenados por delitos de sangre. Aunque los Servicios Penitenciarios lo apartaron inmediatamente, ahora, en la misma prisión donde le arrebataron la vida a Núria, en la cafetería de los funcionarios trabaja un prisionero que llegó a Mas d'Enric por haber cometido un asesinato.
"Es bien sabido que los presos, a causa de la naturaleza de sus condenas y la función de vigilancia de los funcionarios, no sienten especial afecto por el personal penitenciario" han sentenciado desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en un comunicado en el cual han expuesto la situación. "Estas actuaciones son una muestra de la total negligencia de nuestros responsables penitenciarios y es una clara falta de empatía hacia los trabajadores", han concluido. El caso de Mas d'Enric es especialmente grave; el preso en cuestión está cumpliendo una pena de 18 años por haber matado a su víctima con más de 30 puñaladas.
Piden que se asuman responsabilidades y un cambio de la política penitenciaria
Desde la CSIF aseguran, incluso, que "la directiva del centro desconoce la cantidad de utensilios peligrosos presentes en esta posición" y que, durante los fines de semana, los internos están solos en la cafetería y pueden acceder sin ningún tipo de control, "poniendo en riesgo a cualquier persona, incluido el personal de limpieza." Ante estos hechos, piden al nuevo Govern una mayor responsabilidad y un cambio urgente en la política penitenciaria. "Es imprescindible que se priorice la protección del personal por encima de cualquier otra consideración, evitando asignar a internos peligrosos en posiciones que puedan comprometer su integridad".