El trágico incendio en el geriátrico de Villafranca de Ebro (Zaragoza) este viernes de madrugada podría tener un origen accidental. La Guardia Civil ha abierto una investigación sobre el incidente en el que han muerto diez personas y dos han resultado heridas graves y, aunque por ahora no se han esclarecido las causas, las primeras hipótesis apuntan a que un cigarrillo mezclado con el oxígeno médico que se suministra habría sido el detonante que prendió las llamas e inundó varias estancias del edificio de humo, provocando el fallecimiento por inhalación de humo de algunos residentes.
Las causas oficiales del incendio declarado esta madrugada en la residencia Jardines Villafranca de la localidad aragonesa tendrán que esperar a una investigación más exhaustiva. No obstante, según ha detallado Heraldo de Aragón, una mujer residente en el geriátrico estaría, supuestamente, fumando mientras recibía oxígeno, lo que habría acelerado las llamas que se extendieron rápidamente por toda la habitación. Esta es la principal hipótesis en la que, al parecer, trabajan los investigadores en estos momentos.
Fuego en la residencia de Villafranca de Ebro y conmoción en Aragón
En el interior de la residencia había en el momento del fuego 69 personas, aunque otros datos apuntan a que serían 82. En cualquier caso, el incidente, iniciado este viernes sobre las cinco de la mañana, ha provocado la muerte de diez personas y dos heridos graves, uno de los cuales ya se encuentra estable en el Hospital Royo Villanova. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron efectivos de Bomberos de Zaragoza, Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil, psicólogos, trabajadores sociales y medios sanitarios del 061, así como otros facultativos de los centros de salud de Alfajarín y Fuentes de Ebro. El fuego quedó extinguido y los sanitarios atendieron a los internos en un primer momento.
Hasta el lugar de los hechos se dirigieron a primera hora de la mañana el consejero de Hacienda, Interior y Función Pública del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, y el gerente del IASS (Instituto Aragonés de Servicios Sociales), Ángel Val. Poco después también se trasladó hasta los Jardines Villafranca el presidente de Aragón, Jorge Azcón, que mostró su apoyo a los familiares de los dos heridos ingresados en Royo Villanova y se ha mostrado "conmocionado" por el incidente mortal y, junto al Ejecutivo aragonés, han declarado un día de luto oficial en el territorio. Por otro lado, el Centro de Emergencias del Gobierno de Aragón ha habilitado un número de teléfono para informar a las familias de los afectados.
Traslado de los residentes a otro centro en Huesca
Un total de 57 personas, usuarias del centro de Villafranca de Ebro, que han sido muchos de ellos atendidos in situ por los sanitarios, han sido trasladadas a la residencia de Vitalia en Huesca. Permanecerán en este lugar el tiempo que el Gobierno de Aragón "estime conveniente". El director de operaciones del Grupo Vitalia, Antonio Morales, ha recibido a los 57 trasladados, mayores dependientes y personas con enfermedad mental, tras el requerimiento hecho de urgencia por el Ejecutivo autonómico este viernes, por la necesidad de reubicar a los residentes que han salido ilesos del incendio.
Respecto a la atención a los afectados trasladados a Huesca tras el incendio, se encargará el personal que ya lo hacía en Jardines de Villafranca. Aun así, Vitalia ya ha preparado la primera atención con la elaboración de un menú para estas 57 personas. A partir de ahora, será la residencia de origen, en colaboración con el Gobierno de Aragón, la que gestione la logística para la atención de los nuevos residentes.
El incendio más grave en una residencia en España
Este incendio ya se ha convertido en el más grave y tráfico ocurrido en una residencia en lo que va de siglo en España. De hecho, el último de estas características se dio el 18 de febrero en la residencia de dependientes Juan XXIII en el distrito madrileño de Aravaca, donde perdieron la vida tres mujeres. En lo que respecta a Aragón, otro fuego declarado el 12 de julio de 2015 en la residencia privada Santa Fe de Cuarte de Huerva (Zaragoza) causó la muerte de nueve ancianos y provocó heridas a otros nueve. En este caso, además, la Audiencia de Zaragoza condenó en julio de 2017 a 61 años de prisión a la mujer que provocó las llamas para expresar así su malestar por su ingreso en la residencia.