La Policía Nacional ha detenido en Palma a un hombre de nacionalidad española acusado de un delito de corrupción de menores, al haber descargado casi 10.000 archivos de pornografía infantil, entre fotos y vídeos. La investigación, que se ha enmarcado dentro de la operación bautizada como PENEV, ha probado que el sospechoso llevaba desde el año 2017 almacenando, y compartiendo, este contenido a través de Internet.
Agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de la policía española localizaron a este hombre cuando llevaban a cabo unas tareas de ciberpatrullage en las redes sociales. En concreto, detectaron que un usuario de una plataforma Peer to Peer estaba descargándose abundante material de abuso sexual infantil, y que, además, lo compartía con otros internautas. Durante la fase de monitorización, localizaron un total de 9.241 archivos digitales, que este hombre había descargado en varios dispositivos entre el verano del 2017 y finales del 2023. La Unidad de Ciberdelincuencia y Protección al Menor de la Comisaría General de Madrid se unió a las investigaciones, e identificaron al sospechoso, un residente de Palma.
Uno de los pedófilos más prolíficos de los últimos años
A la identificación y localización del sospechoso lo siguió una autorización judicial para hacer una entrada y registro en su casa. En esta fase de la operación se requisaron una gran cantidad de dispositivos electrónicos que el acusado utilizaba para almacenar los archivos: cuatro portátiles, seis discos duros y otros seis USB, y más de un centenar de CDs.
Todo eso escondía casi 10.000 ficheros de pornografía infantil, que el acusado intentó borrar antes de su detención. Los agentes de Ciberdelincuencia, sin embargo, pudieron recuperar los archivos borrados, entre los cuales figuraban 3.000 fotografías y vídeos de abuso sexual a menores considerados como "graves", así como 2.400 de prácticas sadomasoquistas en el contexto de pornografía infantil; se trata de una de las cifras más elevadas investigadas por el Grupo de Delitos Tecnológicos de Palma.