Los Mossos d'Esquadra han conseguido detener a dos narcotraficantes, un hombre de 32 años y una mujer de 27, que vivían en una casa fortificada en una partida de les Borges Blanques, en las Garrigues (Lleida). Su detención ha sido posible a raíz de una investigación iniciada a finales del 2024, cuando la policía catalana recibió diferentes informaciones que apuntaban que en este domicilio se podria estar vendiendo cocaína. Además, en una actuación se pudo interceptar a un vecino de la población que acababa de comprar cocaína en la misma vivienda de la que ya empezaban a sospechar.

Una casa con máxima seguridad para no ser descubiertos

Agentes de la Unidad de Investigación se hicieron cargo del caso y empezaron a hacer vigilancias en el domicilio de los traficantes de droga en la partida Rubinals. No obstante, después de hacer las primeras observaciones vieron que tendrían que ser más discretos, ya que la casa estaba fortificada. Se detectaron siete cámaras de videovigilancia exteriores, detectores de movimiento y focos nocturnos, tanto para protegerse de las investigaciones policiales como para prevenir posibles narcoasaltos. Los investigadores descubrieron que no se trataba de personas que vendían a pequeños consumidores, sino que vendían cantidades más importantes a revendedores y lo hacían desplazándose por varias comarcas de la demarcación de Lleida.

Una vez recogidos suficientes indicios de la actividad delictiva, los Mossos decidieron intervenir. Viendo que tomaban las máximas seguridades posibles, sin embargo, optaron por hacerlo cuando salieran del domicilio y se encontraran en la calle, ya que así era más factible y también se evitaba la destrucción de sustancias o pruebas. Finalmente, este pasado 5 de marzo, los dos narcotraficantes fueron detenidos en un amplio operativo en les Borges Blanques. Una vez detenidos, los investigadores, con el apoyo de agentes de seguridad ciudadana y dos equipos del ARRO, pudieron acceder a la vivienda cuando no había nadie y con total seguridad.

Cocaína, una pistola y una trampa para evitar narcoasaltos

Durante el registro en el domicilio se encontró, bajo el parquet y una tarima de madera de una de las habitaciones, un agujero en el suelo con una caja fuerte anclada en el hormigón. En su interior, había 20.115 euros en un paquete envasado al vacío, 200 gramos de cocaína en roca y un envoltorio de un gramo. Además, los investigadores también requisaron una báscula de precisión, un equipo para envolver y envasar al vacío y una pistola semiautomática del calibre 45, cargada con diez proyectiles. También se pudo descubrir que, ante la posibilidad de sufrir un narcoasalto por parte de otro grupo criminal, aparte de detectores volumétricos y otras cámaras de seguridad interiores, también tenían otra caja fuerte más accesible como "cebo".

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Tenían el dinero y la droga escondidos en una caja fuerte oculta en el suelo. / CME

Finalmente, los dos detenidos, de quienes los Mossos no han facilitado la nacionalidad, fueron trasladados a comisaría. La mujer, después de declarar ante los policías, fue dejada en libertad con la obligatoriedad de presentarse ante el juez cuando sea requerida. Por su parte, el hombre, que tiene antecedentes previos, continúa en las dependencias policiales y está previsto que este sábado sea puesto a disposición judicial ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Lleida.