Golpe duro a una mafia albanesa instalada en Catalunya que organizaba y controlaba robos en chalets por todo el estado español. La Guardia Civil y la Policía Nacional han llevado a cabo una operación conjunta que ha tenido como resultado la detención de quince personas después de casi un año de investigaciones, después de que en enero pasado se detectara un aumento significativo de robos en viviendas del norte de España, principalmente en León y Asturias.

La organización estaba dividida en cinco células conformadas por personas llegadas desde Albania, ayudadas por ciudadanos españoles para poder alquilar coches y alojamiento sin problemas cuando se desplazaban para cometer los robos. Cada uno de estos grupos estaba formado por tres o cuatro de los miembros de la banda, que se repartían las tareas entre ellos: uno conducía y otro vigilaba el entorno mientras los otros dos asaltaban las casas, que saqueaban en tiempo récord.

Asaltos relámpago a los chalets

Según pudieron averiguar los investigadores, los ladrones no pasaban más de cinco minutos en el interior de los chalets. Podían llevar a cabo estos robos relámpago gracias a una vigilancia previa que les permitía conocer bien el entorno de las casas, así como los horarios de los inquilinos. La mayoría de los asaltos los hacían entre las ocho de la tarde y las doce de la noche, y llegaron a utilizar una treintena de coches diferentes para llegar hasta los lugares donde cometían los robos.

Los albaneses no trabajaban solos y, aparte de la ayuda de españoles, los agentes también pudieron identificar ciudadanos franceses italianos y alemanes. Por la estructura jerarquizada de la organización, los investigadores averiguaron que esta banda no operaba de manera autónoma, sino que estaba enmarcada en una mafia más grande que se encargaba de financiar todas estas incursiones.

Finalmente, el pasado mes de noviembre, la Guardia Civil y la Policía Nacional hizo cinco entradas y registros en Bilbao y diferentes comarcas de Barcelona, durante los cuales pudieron pillar a los quince detenidos actuales, acusados de más de un centenar de robos, además de intervenir 10.000 euros en efectivo, tres armas, quince móviles y seis coches de alta gama. La investigación continúa abierta para detener al resto de miembros de esta mafia.