Desarticulada una banda especializada en robos con fuerza en viviendas: residían en Barcelona y actuaban por toda España. Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han detenido a cuatro hombres, de entre 35 y 46 años, todo ellos integrantes de un grupo criminal que se dedicaba a la comisión de robos con fuerza en viviendas desde diciembre de 2024. El arresto se produjo el pasado miércoles, 28 de mayo. Todos vivían en la capital catalana, aunque se trasladaban para asaltar viviendas y, como mínimo, estarían relacionados con cinco en Ourense, Pontevedra, Valladolid y Madrid. Los objetos, luego, los escondían en una "zona boscosa" de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Pero esta exportación de ladrones desde Barcelona hacia el resto de España podría tener más ramificaciones, dado que los cinco arrestados son investigados por una docena de robos más con las cuales también se les relaciona. La investigación conjunta entre la Unidad Central de Robos con Fuerza de los Mossos d'Esquadra y las Unidades de Policía Judicial de la Guardia Civil de Catalunya y Madrid se inició el pasado mes de marzo cuando identificaron a la banda y sus miembros. Además, observaron que tenían un entramado y un modus operandi perfectamente calculado.
Robaban fuera de Catalunya y después lo escondían todo en L'Hospitalet
Los cuatro supuestos ladrones, según han explicado fuentes policiales, se acostumbraban a ir fuera de Catalunya entre tres y cinco días para cometer los robos con fuerza en viviendas. Durante el golpe los arrestados se escondían y hacían noche, en muchos casos, en bosques cercanos a las zonas donde cometían los robos en viviendas vacías. Para asaltar los domicilios utilizaban fuerza y el escalamiento, llegando con vehículos con matrículas dobladas para que no los pudieran identificar ni relacionar directamente con los golpes. Una vez tenían todo lo que querían o que habían podido sustraer, volvían a ocultarse en bosques y después volvían a Barcelona.
Una vez en Barcelona de nuevo, con todos los objetos robados por diferentes ciudades, los guardaban en un escondrijo ubicado en una "zona boscosa" del barrio de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat, tal y como han explicado la policía catalana. De esta manera evitaban tener las pruebas del delito en su casa y las distribuían con mucha más facilidad. Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil hicieron dos entradas en la capital catalana e intervinieron 5.000 euros en efectivo, joyas y relojes, además de los objetos recuperados en el escondrijo de la segunda ciudad más poblada de Catalunya.
Los cuatro detenidos, cuyo líder tenía antecedentes por delitos contra el patrimonio, pasaron a disposición judicial. Los Mossos d'Esquadra, al ser preguntados por este medio, no han facilitado la nacionalidad de los arrestados.