Los Mossos d'Esquadra investigan la profanación de más de un centenar de nichos del cementerio de Montjuïc de Barcelona. La investigación lleva en marcha desde el pasado 3 de julio, después de que los responsables presentaran una denuncia ante un movimiento inusual de losas de hormigón en algunas de las tumbas más antiguas. Durante las últimas semanas, la policía catalana ha incrementado el patrullaje por la zona, pero de momento no consta ningún detenido, y tampoco se ha vuelto a detectar ninguna nueva apertura.
Han desaparecido joyas y objetos de oro de las tumbas
Los saqueos empezaron a mediados del pasado mes de junio. Los trabajadores del cementerio pensaron en un primer momento que las losas estaban movidas por el deterioro del material, ya que muchos de los nichos afectados datan de los años 60 y 70. No obstante, con el paso de los días fueron detectando más movimiento, cada vez más sospechoso, y decidieron alertar a los Mossos d'Esquadra de lo que pasaba.
Los investigadores, al registrar las tumbas, pudieron comprobar que de todas, un total de 162, faltaban joyas y objetos de valor con que se habían enterrado los difuntos. Los responsables del cementerio de Montjuïc se han puesto ya en contacto con los titulares de los nichos, aunque se trata de una tarea complicada por la antigüedad de los mismos.
Dispositivo de vigilancia
Los Mossos d'Esquadra, con el fin de localizar y detener a los saqueadores de tumbas, han montado durante estas semanas un amplio dispositivo con drones nocturnos de detección de calor, y varios agentes patrullan la zona de día y de noche. Por otra parte, la empresa Cementiris de Barcelona ha reforzado los dispositivos de seguridad propios, y la Guardia Urbana está colaborando también con las patrullas. A pesar de los esfuerzos de los investigadores, a estas alturas no han podido efectuar ninguna detención.