El chico que causó el pánico entre los pasajeros que volaban hasta Menorca con la falsa alarma de una bomba tendrá que pagar una fianza de 10.000 euros. Las autoridades españolas han impuesto al joven británico esta colosal sanción económica, que el joven tendrá que pagar para evitar ingresar en la prisión. En estos momentos, el chico continúa en España, de donde no puede salir hasta que este caso se cierre. Por ahora, la investigación continúa abierta
Las vacaciones de este joven británico de 18 años no podrían haber empezado peor. El pasado lunes, 4 de julio, el chico volaba con la compañía easyJet desde Londres hasta Menorca, dispuesto a pasar unos días de diversión con sus amigos., lejos de casa y de los padres. Durante el vuelo, tuvo una ocurrencia que, a pesar de sonar muy divertida, estaba condenada a acabar mal. Poco antes de despegar, el chico anunció a través de las redes sociales, concretamente Snapchat, que había colocado una bomba en el avión y que era miembro de los talibanes. Esta alerta provocó una reacción en cadena a los ejércitos británico y francés, y finalmente el español, que rápidamente se puso a trabajar para atrapar el avión y al presunto terrorista, así como para garantizar la seguridad de sus pasajeros.
El falso aviso de bomba movilizó al ejército español
La falsa alarma de una bomba, publicada a través de las redes sociales, movilizó inmediatamente a las fuerzas de seguridad españolas. Así, el pasado lunes las insólitas imágenes de un caza militar F-18 escoltando el airbus de easyJet dieron la vuelta al mundo. Sin embargo, el avión militar no fue lo único que se movilizó, porque el ejército había organizado un operativo en el cual no faltaban los especialistas en la desactivación de explosivos, la unidad canina, la Fiscalía y efectivos de Fronteras y Seguridad Ciudadana. El avión, que realizó prácticamente todo el trayecto en compañía del caza militar, aterrizó con una hora de retraso en el aeropuerto de Mahón, en una zona aislada y apartada del resto de aviones. Los pasajeros descendieron poco a poco, identificando cada uno su maleta, aunque muchos de ellos no tenían ni idea de que estaba pasando. Los operativos del ejército, después de efectuar incontables comprobaciones, detuvieron al joven británico que había alertado con hacer explotar el avión, cosa que no fue difícil: el joven había publicado la amenaza de broma en Snapchat junto con una fotografía suya.
Decretan la libertad bajo fianza y la prohibición de salir del país para el joven británico
Las fuerzas de seguridad españolas procedieron entonces a la detención del joven británico, así como a la detención de sus acompañantes en calidad de testigos. El joven ha pasado las dos últimas noches cerrado en el calabozo, hasta que finalmente la jueza del Juzgado de Instrucción número 2 de Mahón ha decretado las medidas provisionales contra el chico por estos hechos. En primer lugar, la jueza ha decidido dejar al joven en libertad, pero bajo una fianza de 10.000 euros. La magistrada también ha prohibido al chico salir de España mientras la investigación continúe abierta, obligándolo a personarse quincenalmente en los juzgados. Lo más probable es que el caso pase en la Audiencia Nacional, y esta decidirá si asume el caso o si lo traspasa a los tribunales británicos, ya que el delito se cometió en el Reino Unido.