El culpable de un asesinato ha quedado impune del crimen que cometió porque murió mientras enterraba el cuerpo de su víctima. Los hechos han sucedido a los Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Trenton (Carolina del Sur) el pasado viernes trece de mayo, y los cuerpos de las dos personas fueron encontrados al día siguiente.

Por ahora, se desconoce si la familia o el entorno de la víctima llevará|traerá el caso a los tribunales, ya que el culpable no puede cumplir condena ni indemnizarlos por los hechos, al haber muerto. No obstante, la policía del estado de Carolina del Sur ha abierto una investigación para aclarar los hechos.

Los vecinos alertaron a la policía

Los hechos podrían haber tardado meses a descubrirse si no fuera porque los vecinos del asesino alertaron a la policía al ver un cuerpo estirado en el jardín del domicilio del asesino. Joseph Anthony McKinnon era un hombre de sesenta años vecino de la ciudad de Trenton. McKinnon convivía con su pareja, Patricia Ruth Dent, de sesenta y cinco años, en una típica casa de los Estados Unidos, caracterizada para contar con un enorme jardín en la parte de detrás de la vivienda. Estuvo allí donde los vecinos de la pareja observaron que McKinnon estaba estirado en el suelo, inconsciente, y, temiéndose que alguna cosa grave le hubiera pasado, avisaron a la policía. Al llegar, los agentes certificaron la muerte del hombre. La causa de la muerte fue un ataque cardiaco.

Los agentes de la policía de Carolina del Sur, después de retirar el cuerpo de McKinnon, inspeccionaron la zona donde había tenido lugar lo que de momento sólo parecía una muerte natural. Durante el cacheo, los agentes descubrieron el cuerpo de una persona envuelto con bolsas de basura. El cuerpo estaba al lado de un agujero cavado al suelo que, por el aspecto de este, parecía muy reciente.

La policía revela que McKinnon asesinó a su pareja

Los agentes de la policía inspeccionaron e identificaron el cuerpo que habían encontrado fortuitamente al presentarse en el domicilio, alertados por la muerte del propietario de la casa. La identidad del otro cuerpo era la de la pareja de McKinnor, Patricia Ruth Dent. Los resultados de las autopsias que se practicaron en ambos cadáveres han determinado que, si bien McKinnor murió de manera natural a causa de un ataque cardiaco, la muerte de su pareja no fue ni accidental ni natural. El hombre de sesenta y cinco años estranguló hasta la muerte a Patricia Dent, según ha revelado la autopsia de ella. Después trató de deshacerse del cadáver.

Según las declaraciones de los vecinos, habían visto al hombre cavando el agujero en su jardín el día antes, pero no le dieron más importancia porque pensaban que estaba llevando a cabo tareas de jardinería. La policía ha detallado que McKinnon prácticamente había terminado la tumba donde iba a enterrar a su víctima cuando se levantó y dejó la pala a un lado. McKinnon se alejó pocos metros del agujero y se cayó al suelo a causa de un ataque cardiaco fulminante, el cual le causó una muerte inmediata.