La Audiencia de Girona ha condenado a 31 años de prisión a Rolando Dionicio Bolívar, al hombre que mató a la mujer a cuchilladas en Blanes (Selva) ante los hijos menores de edad el 9 de abril del 2018. Siguiendo el veredicto del jurado popular, lo condenan como autor de un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género y de dos delitos de lesiones psíquicas por el trauma que causó en los hijos.

23 cuchilladas a su mujer

A la hora de imponer la pena, el magistrado tiene en cuenta "las circunstancias crueles" del crimen: "Infringió a la víctima 23 puñaladas y tuvo que sufrir una larga agonía". También recoge el sufrimiento emocional de los hijos y remarca que su relato en el juicio fue "estremecedor" porque los obligó a presenciar una "escena aterradora".

El fiscal y las tres acusaciones, en la primera vista judicial, pidieron al jurado que tuviera en cuenta que fue un ataque "brutal" y "cruel" y que la víctima no tuvo ninguna opción de defenderse porque la agredió mientras dormía. La defensa no niega la autoría del crimen pero apuntó que el acusado estaba obcecado porque no asumía que la víctima quisiera divorciarse.

Juicio asesinado Blanes / ACN

"Aprovechando la oscuridad de la noche y que la víctima dormía a el lecho conyugal, fue a la cocina y cogió un cuchillo de grandes dimensiones, volvió al dormitorio y se lo clavó reiteradamente a su mujer, causándole hasta 23 heridas", apuntó al fiscal. La mujer no tuvo ninguna posibilidad de defenderse y sólo pudo pedir ayuda agónicamente".

Los hijos presenciaron el ataque

El ataque lo presenciaron los dos hijos menores de edad de la pareja, que entonces tenían 10 y 17 años. El niño más pequeño, recoge la sentencia, oyó los gritos "de pánico y auxilio" de su madre, salió al pasillo y se la encontró tendida en el suelo. También vio a su padre intentándose autolesionar con el cuchillo y tuvo que intervenir para sacárselo de las manos. A consecuencia de eso el menor sufre estrés posttraumático y tiene que seguir tratamiento médico y psicoterapéutico.

La hija, que tenía 17, también se despertó alertada por los gritos de la madre. La fue a socorrer pero la mujer "acabó muriendo entre sus brazos sin que lo pudiera evitar". La chica también sufre afectaciones emocionales y psicológicas por haber presenciado una escena que la sentencia califica de "terrorífica".

A prisión e indemnizaciones

El fiscal Enrique Barata mantuvo la petición de 34 años de prisión para el acusado y las tres acusaciones (en nombre de la familia, de la Generalitat y del ayuntamiento) la elevaron a 35. La defensa solicitó 19 años.

Finalmente, el magistrado condena a Bolívar a 23 años de prisión por el asesinato con las agravantes de parentesco y de género teniendo en cuenta "la gravedad de los hechos cometidos". Para cada uno de los dos delitos de lesiones psíquicas con el agravante de parentesco fija 4 años de prisión.

Además, la sentencia impone al acusado la prohibición de acercarse a menos de mil metros o comunicarse con los dos hijos durante 10 años. También le retira la patria potestad del hijo que todavía es menor de edad. En concepto de responsabilidad civil, el acusado tendrá que indemnizar a los padres de la víctima con 62.000 euros, a cada uno de los hijos con 124.000 euros y a la hermana de la mujer con 20.000 euros.