Los Mossos d'Esquadra han detenido a tres chicos, de entre 18 y 21 años y de nacionalidad marroquí, que este miércoles protagonizaron un asalto violento en un tren en marcha que después frenaron activando la palanca de emergencia para poder escapar. Los hechos tuvieron lugar durante la tarde, después de que el convoy saliera de la estación de Celrà en dirección a Girona. Los tres individuos se acercaron a uno de los pasajeros, le abrieron la maleta que llevaba y de dentro sacaron un teléfono móvil de alta gama valorado económicamente en unos 1.000 euros.

La víctima les recriminó la acción y les reclamó que le devolvieran el teléfono móvil, pero los ladrones respondieron con violencia y lo atacaron a puñetazos. Después de agredirlo, para poder escapar, cuando estaban por la zona de Pont Major, activaron la palanca del freno de emergencias para hacer que el tren se detuviera y poder escapar. Una vez se abrieron las puertas de forma automática, bajaron, cogieron unas piedras de la vía y las tiraron contra la víctima y un testigo a fin de que no los pudieran perseguir. Una de las piedras impactó en la cabeza de la víctima y otra en la pierna de uno de los testigos, aunque no sufrieron ninguna lesión.

Los ladrones fueron detenidos poco después

El tren reanudó la marcha y, al llegar a la estación de Girona, tanto la víctima como el testigo bajaron del tren. Los Mossos les tomaron declaración y con la descripción de los individuos que los facilitaron se inició una búsqueda de los autores por la zona donde habían parado el convoy. Patrullas de paisano pudieron encontrar enseguida a dos de ellos, mientras que el tercero, que se había separado de sus compañeros, pudo ser localizado poco después andando por la calle Pedret. Los tres, con más de una veintena de antecedentes policiales, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de robo con fuerza y han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial.