Compartir piso no siempre es fácil y, a veces, la situación puede acabar muy mal. Este parece ser el caso de dos hombres, de 52 y 57 años, que vivían juntos en una vivienda de acogida para personas sin hogar en València. El más joven, de nacionalidad argentina, casi muere este sábado por la tarde después de que su compañero, de origen belga, le asestara tres puñaladas, dos de ellas en el cuello, y después se esperara a que se desangrara mientras se fumaba un cigarrillo sentado en un banco.
El teléfono de emergencias recibió varias llamadas de los vecinos que se encontraron a la víctima en un charco de sangre en las puertas de una finca de la avenida de Portugal, sobre las seis de la tarde. Rápidamente, se activaron varias unidades de la Policía Nacional y una ambulancia del Servicio de Asistencia Médica de Urgencia (SAMU). Cuando oyó las sirenas de los coches patrulla, el supuesto agresor tiró la colilla y subió al piso para intentar esconderse de los agentes. Mientras tanto, la víctima agonizaba en la acera, todavía consciente, y pudo indicar a los policías que había sido su compañero de piso quien le había provocado las heridas.
Posible trastorno mental
Mientras los sanitarios atendían al herido y lo evacuaban al Hospital Clínico de Valencia, donde ingresó grave a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) los policías subieron al piso en el que convivían los dos hombres y accedieron. El supuesto autor de las puñaladas no se resistió a la detención e, incluso, entregó a los agentes el cuchillo de cocina que había utilizado para apuñalar tres veces a su compañero. Por tanto, se lo llevaron esposado a comisaría, acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa.
Según parece, el detenido podría tener algún tipo de trastorno mental, aunque este extremo, igual que los motivos que lo llevaron a agredir al hombre con quien vivía en el piso, todavía están bajo investigación y los policías trabajan para poder aclararlo.