Una tormenta invernal que arrojó más de 30 centímetros de nieve sobre Seattle (Estados Unidos) no ha podido evitar que una mujer de 90 años acudiera a su primera cita para la vacuna contra la Covid-19.
Una anciana camina 10 km por la nieve para vacunarse
Caminar casi 10 kilómetros por la nieve no ha sido nada en comparación con lo que ha pasado Fran Goldman para conseguir la vacuna, según afirma la protagonista.
"He estado llamando para obtener una cita y vacunarme en cualquier lugar, todas las mañanas, todas las tardes y, a menudo, he estado en línea por la noche", afirma Goldman.
Una anciana camina 10 km por la nieve para vacunarse / Cedida
Después de varias semanas intentándolo, a Goldman la citaron el pasado domingo para vacunarla contra el coronavirus: “No podía creer lo que veía”, añade la anciana. "Tuve que agarrar mis gafas para ver que era real".
La cita coincidió con una tormenta de nieve
Desafortunadamente, la cita de Goldman -domingo, 9,10 h- coincidió con la aparición de una tormenta que abarrotó las calles de nieve. El sábado, Goldman se despertó con varios centímetros de nieve en las calles y supo que tendría que planificar la visita con anticipación. Así pues, se vistió, sacó su baston y salió a entrenar. La mujer, que consiguió una nueva cadera el año pasado, caminó con cuidado. Llegó aproximadamente a dos tercios del camino hasta el hospital y se dio la vuelta, segura de que podría llegar al centro sanitario al día siguiente.
El domingo por la mañana se equipó: camisa de manga corta por debajo del abrigo de plumas para que la enfermera pudiera llegar a su brazo fácilmente y botas de nieve. “No fue fácil, fue un desafío”, recuerda, y agrega que las pistas se habían congelado y estaban cubiertas con más nieve.
Goldman llegó a tiempo
La anciana llegó a su visita con solo 5 minutos de retraso. Si hubiera llegado temprano, habría tenido que esperar en su coche, el cual era inexistente.
"Mi madre (90 años) no va a dejar que un poco de nieve (30 centímetros) le impida vacunarse", celebra su hija Ruth.