La mujer colombiano-estadounidense a la que se le perdió el rastro el pasado 2 de febrero en Madrid podría estar a punto de aparecer. La Policía Nacional, en colaboración con seis agentes del FBI, han comenzado este miércoles la búsqueda del cuerpo de Ana María Knezevich Henao. La desaparición llevó a la detención de su marido, David Knezevich, de nacionalidad serbia, el pasado 4 de mayo en el aeropuerto de Miami como principal implicado en el caso. De hecho, aunque la corte federal de Florida que investiga el caso en Estados Unidos ha aplazado la audiencia formal de lectura de cargos al próximo 3 de junio, la Fiscalía le acusa de "apoderarse, confinar y secuestrar" a su pareja, un delito por el que podría ser condenado a cadena perpetua.

La participación de los siete agentes del FBI para ayudar en la búsqueda de la desaparecida, tal y como solicitaron las autoridades estadounidenses a través de su embajada en Madrid, ha sido aprobada por la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 9 de Madrid. Los policías estadounidenses están bajo tutela de los agentes de la Policía Nacional que investigan el caso, según han apuntado fuentes jurídicas a EFE. Aunque no se ha concretado en estos momentos en qué zonas se llevará a cabo el dispositivo de búsqueda, tan solo que se realizará los días 29 y 30 de mayo, de acuerdo con una orden emitida por la jueza Inés Malagón.

Investigación: la víctima en Madrid y el detenido en Belgrado

Ana María Knezevich Henao, de origen colombiano aunque de nacionalidad estadounidense y de 40 años, desapareció el pasado 2 de febrero en Madrid. Residía en un piso en la capital, en el barrio de Salamanca. Así consta en un documento de la corte federal de Miami que lleva el caso en Estados Unidos, donde el FBI considera que su marido, David, se desplazó desde Belgrado (Serbia) hasta Madrid en un coche de alquiler al que le habría puesto una matrícula robada. Los agentes del FBI viajaron a Serbia para acreditar que, pese a que David aseguró que nunca había viajado a Madrid, alquiló a finales de enero un Peugeot 308, que fue devuelto el 15 de marzo con una luna tintada y la matrícula cambiada. Además, había recorrido más de 7.500 kilómetros.

A partir de aquí, al llegar a Madrid, según señala el mismo documento, lo más probable es que el arrestado accediera al piso del barrio de Salamanca donde vivía Ana María, con la que se encontraba en proceso de separación, ocultando su rostro con un casco de moto y rociara con pintura las cámaras de seguridad. De hecho, las mismas cámaras lograron registrar al mismo hombre abandonando el edificio llevando lo que parece ser una maleta, que no ha sido localizada y que es una de las pistas que ahora buscan los agentes de la Policía Nacional y del FBI.