Andrey Arshavin fue un futbolista que destacó por su depurada técnica y su capacidad para ser desequilibrante en el último tercio del campo. A lo largo de su vida ha protagonizado muchas acciones polémicas fuera del campo, también ha sido criticado por sus comentarios sumamente machistas.
El ruso fue un jugador de fútbol que comenzó su carrera profesional en el año 2000 en el Zenit de San Petersburgo. Después de ocho temporadas y media en el club se marchó al Arsenal inglés por 20 millones de euros. En 2015 acabó su contrato con el equipo londinense y volvió a Rusia para jugar en el Zenit y tras unos meses fichó por el Kuban Krasnodar. Su último equipo fue el Kairat Almaty de la liga de Kazajistán, hasta que en 2019 se retiró.
Ha sido protagonista recientemente por ser uno de los participantes del sorteo de la Champions League que tuvo que repetirse. El ruso fue el encargado de repartir suerte sacando las bolas con los nombres de los equipos. Tuvo que hacer dos veces este trabajo, ya que hubo algunos errores en los emparejamientos.
Las polémicas de Arshavin
Los que le conocen hablan de él como una persona sumamente excéntrica. Tenía varias costumbres inexplicables y siempre se le catalogó como un genio incomprendido. Una de las anécdotas más increíbles es la del peluquero de la familia, un hombre llamado Volkov que vivía en San Petersburgo. El Telegraph contó que en 2009, cuando Arshavin se marchó a vivir a Londres, decidió pagarle el viaje a su peluquero para que fuera hasta la capital inglesa siempre que el jugador se quisiera cortar el pelo, ya que ni él ni su mujer se sentían cómodos con otros profesionales.
Poco después de retirarse se pudo ver al futbolista ruso subido en un caballo por las calles de San Petersburgo. Arshavin salía de un club de striptease e iba acompañado de dos mujeres. En el vídeo se puede ver que el exjugador del Arsenal tenía dificultades para mantenerse en pie y todo apunta a que se encontraba bajo los efectos del alcohol.
Andrey Arshavin / Twitter
En 2020 decidió publicar su biografía titulada '555 Preguntas y Respuestas sobre Mujeres, Dinero, Política y Fútbol'. En ella escribió opiniones sumamente machistas que fueron comentadas por muchos medios de comunicación. Llegó a publicar varios comentarios sumamente polémicos como uno relacionado con las mujeres conductoras: "Si tuviera el poder de prohibir a las mujeres conducir coches y retirar sus licencias, lo haría sin pensármelo dos veces".
También comentó que él cree tener conocimiento para diseñar lencería femenina y dijo cómo debe ser su mujer ideal: "Han de ser altas, delgadas, de muslos firmes y culo pequeño. Los pechos me dan igual y tampoco me importa el color de su pelo, pero lo verdaderamente importante es su estilo", escribió Arshavin.
En su libro dejó un último comentario polémico relacionado con los deportistas que practican deportes individuales: "En todos los deportes individuales hay dopaje, es simplemente imposible sin dopaje. Todo el mundo se dopa", declaró el ruso.
Su fichaje frustrado por el Barça
Dennis Lachter, el que fue su agente, habló con los compañeros de The Athletic sobre la salida de Rusia de Arshavin. Comentó que el futbolista le llamó para que le ayudara a fichar por otro equipo en el extranjero.
Lachter comenta que tuvo una reunión en Lubyanka, las antiguas oficinas del KGB. Allí los servicios de inteligencia rusos hablaron con el agente sobre el tema y le comentaron que era primordial que Arshavin fichase por un buen equipo, ya que dejaba el Zenit, el equipo favorito de Vladimir Putin.
En verano de 2008 el Barça se interesó en la contratación de Arshavin. De hecho, el jugador llegó a posar con la camiseta del equipo blaugrana. El equipo catalán presentó una oferta de 25 millones de euros, pero fue rechazada por los dirigentes del Zenit.
Lachter afirmó que debieron hablar antes con él, ya que el Barça no supo cómo tratar con los rusos. Finalmente, unos meses después el jugador fichó por el Arsenal después de varias reuniones con los ejecutivos ucranianos del equipo inglés con los que había una muy buena relación.